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. 2023 Jul-Aug;61(4):427–432. [Article in Spanish] doi: 10.5281/zenodo.8200118

Impacto del uso de dispositivos electrónicos a edad temprana en el lenguaje

Impact of electronic devices used at an early age on language

María Yvette Contreras-Silva 1, Neri Alejandro Álvarez-Villalobos 2,3,✉, Humberto de León-Gutiérrez 4, Gabriela Guadalupe Elizondo-Omaña 1, Gloria Navarrete-Floriano 1, Juan Carlos Romo-Salazar 1
PMCID: PMC10484535  PMID: 37535982

Abstract

Background:

The acquisition of language in infants is largely the result of the process of brain maturation, as well as environmental stimulation. Currently, society is in an era of technology and use of electronic devices from an early age.

Objective:

The aim of this study was to demonstrate if the amount of time of use of electronic devices in children under 5 years of age affects language development.

Material and methods:

An observational, comparative, survey-type study was carried out in 269 infants of both sexes, with an age range of 6 to <60 months. The language development section of the Child Development Scale (EDI) was used. A logistic regression was performed to determine the strength of association between the factors to be studied.

Results:

269 participants were included, of which 224 (83.2%) presented their level of neurological maturation, 44 infants (16.4%) presented lagged development and one (0.4%) was classified as having developmental delay. It was found that the number of daily hours that an electronic device is used behaved as a risk factor by increasing the risk of delayed language development by 1.37 times for each hour of exposure (OR: 1.37, CI95%: 1.15-1.62).

Conclusions:

It was shown that a greater number of hours of use of electronic devices is a risk factor for delayed language development in children under 5 years of age. Therefore, it is vital to limit its use in this population.

Keywords: Child Development, Language Development, Screen Time, Wireless Technology

Introducción

El lenguaje es una herramienta que permite ordenar procesos mentales y hacer un salto en el conocimiento de lo sensorial a lo racional.1,2 La adquisición del lenguaje en los menores es, en gran parte, resultado del proceso de maduración cerebral, así como de la estimulación ambiental, la cual es decisiva para el adecuado desarrollo de este. 3,4 Si este proceso no se estimula de manera adecuada se pudiesen presentar repercusiones en el área intelectual y psicológica del infante.5,6

El desarrollo del lenguaje se ha visto afectado en los últimos años debido a un gran cambio en la estimulación ambiental y el uso de la tecnología.7,8 La sociedad ha entrado a una era de tecnología, a una cultura de pantalla, en la que los padres utilizan como medio de entretenimiento o distracción los dispositivos móviles para captar la atención del menor.9,10

El uso de estos dispositivos móviles ha ido en aumento, sin evidenciar las alteraciones en el desarrollo de los niños.11,12 De acuerdo con la encuesta nacional de Common Sense Media, el 38 y 72% de los infantes de 0 a 8 años utilizaban un dispositivo móvil en 2011 y 2013, respectivamente.13,14

El desarrollo infantil puede ser evaluado con instrumentos como la Escala de Desarrollo Infantil (EDI), la cual evalúa los problemas de desarrollo en niños desde un mes a un día antes de cumplir cinco años. Esta prueba se compone por los cinco ejes del desarrollo infantil: Motor grueso, Motor fino, Lenguaje, Social adaptativo y Cognitivo. La prueba presenta una sensibilidad del 89% y una especificidad del 62% para el grupo de edad.15

Identificar la exposición a dispositivos electrónicos a edad temprana como factor de riesgo para el desarrollo del lenguaje resultaría benéfico, ya que podrían implementarse intervenciones oportunas.16,17 El presente estudio se desarrolló con el objetivo de demostrar si la cantidad de tiempo de uso de dispositivos electrónicos en los menores de cinco años repercute en el desarrollo del lenguaje.

Material y Métodos

Se realizó un estudio observacional, transversal, comparativo, tipo encuesta, que incluyó infantes con un rango de edad de 6 a < 60 meses de ambos sexos. El reclutamiento se realizó en una clínica de primer nivel de atención perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social, en Santa Catarina, Nuevo León, en el período comprendido de enero 2020 a abril 2021. Dentro de los motivos por los que acudieron a la clínica fue por consulta de niño sano y vacunación. Se excluyeron pacientes con diagnósticos de trastornos auditivos, hipoacusias prelocutivas y perilocutivas, autismo, síndrome de Down, lesiones del sistema nervioso central y parálisis cerebral.

Instrumento de evaluación

Para evaluar el desarrollo infantil junto con la medición del lenguaje se utilizó el instrumento EDI. Para el presente estudio de investigación fueron tomados solo los reactivos que evalúan el desarrollo del lenguaje, los cuales han sido validados para la población mexicana.15

Las preguntas para evaluar la exposición a dispositivos electrónicos se seleccionaron de un instrumento utilizado en el programa Salud para Aprender de la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación del Estado de Nuevo León,18 además de preguntas realizadas por The Comprehensive Assessment of Family Exposure (CAFE) Consortium.19 Las preguntas fueron modificadas para actualizar y reflejar las tecnologías, el contenido y el contexto de la exposición temprana a los medios. Adicionalmente, fueron aplicadas en una muestra piloto para asegurarnos de la comprensión adecuada de estas por los padres.

Cálculo del tamaño de la muestra

Se utilizó una fórmula para el cálculo de una muestra para una regresión logística con el objetivo de determinar la fuerza de asociación entre la exposición a dispositivos móviles como factor de riesgo para alteración en el lenguaje en menores de cinco años. Con una confianza del 95% y una potencia del 80%, esperando una razón de Momios de 2, con una proporción esperada de 7.5% se requirió una muestra mínima de 269 infantes.

Análisis estadístico

Para el plan de análisis las variables categóricas fueron medidas con frecuencia y porcentajes, las variables numéricas con medidas de tendencias central y dispersión, como media y desviación estándar (DE) o mediana y rango intercuartílico (RIC). Para la comparación de las variables categóricas utilizamos Chi cuadrada de Pearson y, en caso de tablas 2 x 2, utilizamos la prueba exacta de Fisher. Para las variables numéricas, al compararlas por alteración del lenguaje cuando dividimos a los pacientes que tenían alteración y no alteración en el análisis bivariado, utilizamos la prueba t de Student para muestras independientes, o U de Mann-Whitney en caso de variables no paramétricas; para comprobar la normalidad de las variables se empleó la prueba de Kolmogorov-Smirnov, así como la valoración de asimetría y curtosis.

Se realizó un modelo de regresión logística binaria, utilizando como variable dependiente la alteración del lenguaje, y como variable independiente el tiempo de exposición a los dispositivos electrónicos, además de las variables relevantes en el análisis bivariado y por estudios previos. Un valor de p < 0.05 fue considerado como estadísticamente significativo. Los análisis estadísticos se realizaron con el paquete estadístico SPSS versión 20.0 (IBM Corp. Armonk, NY).

Consideraciones éticas

El protocolo fue previamente aceptado por el comité de ética de la institución (número de Registro Institucional: R-2020-1909-080), y todos los padres o tutores encuestados recibieron información sobre el estudio, así como un consentimiento informado por escrito, el cual fue aceptado y firmado previo a la aplicación de la encuesta.

Resultados

Se estudiaron 269 infantes de 6 a < 60 meses de edad, de los cuales 136 (50.6%) eran mujeres, con una mediana (RIC) de edad de 16 (11-31.5) meses. 205 (76.2%) pertenecían a una familia nuclear y en 194 (72.1%) casos la madre era el cuidador principal. Solo 17% de los niños estaba adscrito a alguna institución educativa, 10% a guardería y 7% al jardín de niños, la mayoría (83%) a ninguna (cuadro I).

Cuadro I. Características generales de los pacientes que acudieron a consulta de niño sano.

Cuadro I Caracteristicas generales de los pacientes que acudieron a consulta de niño sano.

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RIC: Rango intercuartílico

El principal motivo reportado para el uso de dispositivos electrónicos fue el entretenimiento (66.6%), seguido de permitir que los cuidadores cumplan sus actividades domésticas o laborales (53.2%), el 24.1% mencionó los motivos educativos y solo el 0.7% hizo referencia a utilizarlos antes de dormir. La mayoría de los participantes mencionó más de uno de los motivos mencionados (cuadro II).

Cuadro II. Motivo de uso que se da a los dispositivos electrónicos.

Cuadro II Motivo de uso que se da a los dispositivos electronicos.

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Resultados de la escala de valoración del desarrollo infantil

De los 269 participantes a los que se les aplicó el eje del lenguaje de la Escala de Desarrollo Infantil (EDI), se encontró que 224 de ellos (83.3%) se encontraban en su nivel de maduración neurológica, mientras que 44 infantes (16.4%) presentaron rezago en su desarrollo, y solo uno (0.4%) se clasificó con retraso en el desarrollo. Para explorar la frecuencia de uso de los dispositivos electrónicos, los participantes fueron divididos en dos grupos, aquellos con un adecuado desarrollo del lenguaje para su edad (83.3%) y aquellos con alguna alteración en el retraso en el desarrollo del lenguaje (16.7%).

Respecto a los dispositivos a los que los infantes tienen acceso, se encontró que aquellos con algún grado de retraso presentan una proporción mayor del uso de celular y de televisión en su dormitorio, comparados con aquellos sin algún grado de retraso (p = 0.004) (cuadro III).

Cuadro III. Dispositivos electrónicos a los que el infante tiene acceso.

Cuadro III Dispositivos electronicos a los que el infante tiene acceso.

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Nota: valor de p calculado con la prueba exacta de Fisher

De los dispositivos electrónicos a los que tiene acceso el infante para sí mismo en el hogar observamos que el más comúnmente usado fue la televisión (90.3%), seguido por el teléfono celular (52.8%), encontrando diferencia estadística entre los grupos solamente para este último (48.7% frente a 73.3%, p = 0.01).

La razón por la cual utilizaban los dispositivos electrónicos fue diferente entre ambos grupos evaluados (p= 0.012), ya que se mostró que la principal razón por la cual se exponían a estos los participantes del grupo con retraso en el lenguaje fue para que sus cuidadores pudieran cumplir con sus actividades (18.8% frente a 42.2%, p = 0.012).

En relación con el número de horas a las que se expusieron los participantes a cualquiera de los dispositivos evaluados en la presente investigación, se observó un promedio de horas de 2.27 ± 1.63 y 3.5 ± 2.38 (p = 0.001) en aquellos con un adecuado desarrollo del lenguaje para su edad y aquellos con alguna alteración en el lenguaje, respectivamente.

Se realizó un modelo de regresión logística binaria con la finalidad de valorar la cantidad de horas a las que se exponen los infantes como factor de riesgo para retraso en el lenguaje. Se estudiaron las variables como el motivo del uso de los dispositivos (entretenimiento como categoría de referencia), las horas de sueño en los fines de semana y las actividades físicas (menos de 6 horas como categoría de referencia). Encontramos que el número de horas diarias que utiliza algún dispositivo electrónico se comportó como factor de riesgo, al aumentar 1.37 veces por cada hora de exposición (OR: 1.37, IC95%: 1.15-1.62). Lo mismo para aquellos que no realizaban alguna actividad física (OR: 3.48, IC95%: 1.32-9.17) y comportándose como factor protector el dormir más horas los fines de semana (OR: 0.72, IC95%: 0.53-0.98) (cuadro IV).

Cuadro IV. Regresión logística binaria con variables de interés.

Cuadro IV Regresión logistica binaria con variables de interes.

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OR: Razón de momios; IC: Intervalo de confianza

Motivo del uso de dispositivos (entretenimiento como categoría de referencia)

Cantidad de horas de sueño en los fines de semana (menos de 6 horas como categoría de referencia)

Actividades físicas (si realiza categoría de referencia)

Discusión

En nuestra población, prácticamente el 100% de los menores de cinco años hacen uso de algún dispositivo electrónico, y más de dos terceras partes de los menores de un año ya han sido expuesta al uso de estos, siendo la televisión el primero con el que tuvieron contacto.

Debido a que el principal motivo del uso de dispositivos electrónicos es para que los cuidadores cumplan con actividades domésticas no sorprende que desde una muy temprana edad los infantes sean expuestos a estos, ya que funcionan como distracción.20 La situación de mayor importancia es que cuando se usan para distraer, la cantidad y calidad del contenido consumido pasan a segundo plano, es por ello que presentan alteraciones en el desarrollo del lenguaje.21,22A mayor tiempo-pantalla que se exponen los niños, menor cantidad de interacciones intra e interpersonales suceden, lo que conlleva a una falta en la estimulación del lenguaje. Por consiguiente, el uso de estos dispositivos debería ser controlado en cantidad y calidad.

Sundqvist et al. demostraron en una muestra pequeña de 92 participantes de 25 meses de edad que el uso de dispositivos electrónicos, específicamente televisión y tabletas, tuvo un impacto negativo en el desarrollo del lenguaje.23 Los mismos resultados se encontraron en el presente estudio. Aunque se utilizaron herramientas distintas para medir el desarrollo del lenguaje, nosotros encontramos el mismo factor de riesgo en nuestra población. Por otro lado, Linebarger et altomaron en consideración el tipo de contenido visto en televisión y su impacto en el desarrollo al lenguaje, demostrando que este último es negativo más por el tipo de contenido que por la exposición.24 Aunque este factor no fue contemplado en nuestro estudio, la principal razón por la cual los infantes son expuestos a dispositivos electrónicos fue por entretenimiento, sin ser este o algún otro motivo un riesgo para el retraso del desarrollo del lenguaje.25

Una de las limitantes del estudio fue que se realizó en el año 2020, durante la pandemia por COVID-19, la cual dificultó el acercamiento a la población de interés debido al cierre de guarderías y jardines de niños, así como por la poca afluencia a las clínicas de medicina familiar. Adicionalmente, esta situación generó un aumento del cuidado de los infantes en el hogar, lo cual pudo haber potenciado una mayor exposición a dispositivos electrónicos. Lo anterior puede considerarse una fortaleza del presente estudio, ya que aumenta la importancia de evaluar si la cantidad de tiempo de uso de dispositivos electrónicos en los menores de cinco años repercute en el desarrollo del lenguaje.

En relación con el uso de dispositivos electrónicos en infantes algunas consideraciones deberían ser resaltadas.

De los padres encuestados solo el 13% mencionó haber preguntado a su médico familiar o al pediatra sobre las recomendaciones para el uso de dispositivos electrónicos en los infantes. Esto implica que el uso de estos dispositivos se ha vuelto parte de la vida diaria y tiende a normalizarse, por lo que en el primer nivel de atención debería brindarse este tipo de información. Futuros estudios deberán enfocarse en las repercusiones en diferentes áreas del desarrollo de los infantes, así como el impacto de los contenidos consumidos a través de los distintos dispositivos electrónicos.

Conclusiones

Un mayor número de horas de uso de los dispositivos electrónicos se considera como factor de riesgo para presentar retraso en el desarrollo del lenguaje en menores de 5 años. Por ello, es vital el limitar su uso, así como evaluar y seleccionar adecuadamente el contenido al que se exponen los niños para preservar el correcto desarrollo. En una etapa tan importante en el desarrollo de los infantes, viviendo en la era de la tecnología es necesario ser muy cauto en la exposición que reciben de los dispositivos electrónicos.

Notas

*

los autores han completado y enviado la forma traducida al español de la declaración de conflictos potenciales de interés del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, y no fue reportado alguno que tuviera relación con este artículo.

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