Tabla 2.
Estudio EIRA | Estudio PREDIAPS |
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Intervención: Se compara una intervención compleja con la atención habitual para prevenir factores de riesgo (tabaquismo, dieta, actividad física) en adultos (45-75 años) que presentaban 2 o más factores de riesgo. La intervención, basada en el Modelo Transteórico y el marco de intervención breve de las «5A», se realiza en 26 centros de atención primaria en España durante 12 meses. Tipo de estudio de implementación: Hibrido II de Implementación. Analiza qué aspectos influyen en los resultados de implementación (estrategias) y evaluar cambios en el comportamiento (efectividad). Estrategia de implementación: La estrategia de implementación se basó en el «Marco Consolidado para la Investigación de Implementación» (CFIR) que identifica 5 constructos: 1) características de la intervención; 2) entorno externo; 3) entorno interno; 4) características de los individuos, y 5) el proceso de implementación en sí. Además, se realizó una: planificación, formación, financiación, re estructuración y gestión de calidad. A nivel de la implementación se evaluaron: Adecuación y aceptabilidad tempranas y final (encuesta previa al inicio y final de la intervención, grupos de discusión con profesionales y participantes). Adopción. Proporción de profesionales que expresan su voluntad de participar en el estudio sobre el total de profesionales potenciales antes del inicio de la intervención. Factibilidad. Cálculo de la tasa de participación, contratación y retención a los 12 meses posteriores a la intervención. Fidelidad: 1) modelo de entrevista motivacional (grabaciones de las sesiones con usuarios); 2) Intervención planificada (grado de cumplimiento de las actividades registradas), y 3) implementación (grado de cumplimiento de las estrategias de implementación). Costo del tiempo invertido en capacitación y reuniones organizativas para realizar la intervención. Penetración. La proporción de profesionales que han integrado la intervención en su práctica clínica habitual tras finalizar la intervención. Diseño del estudio: Estudio experimental con grupo intervención (GI) y control (GC). Resultados ¿Cómo cambió la práctica clínica gracias a la estrategia de implementación? ¿Cuál fue su impacto real? Efectividad: 15% de los participantes en el GI y 9% en el GC mostraron un cambio positivo en 2 o más conductas objetivo (más eficaz para dieta). Profesionales: adopción 49%, adecuación (temprana y final) moderada, y aceptabilidad temprana alta, pero final moderada. Participantes: aceptabilidad inicial y final alta, idoneidad moderada. Consentimiento (82%), reclutamiento (66%). Aceptación intervención 89,5% y tasa de finalización del 74,7%. Fidelidad: El enfoque individual para promover la actividad física tuvo la mayor fidelidad (52,2%) y el enfoque comunitario la más baja (19,1%). El porcentaje total de todos los enfoques con fidelidad ≥50% fue del 16,7%. Un total de 27 constructos CFIR surgieron en los grupos focales. Con 8 de ellos se distinguió entre implementación alta y baja, 5 de los cuales corresponden al dominio del entorno interno. Los resultados de la implementación fueron satisfactorios excepto por la fidelidad a la intervención planificada, que fue baja. Los contextos organizativos y estructurales de los centros demostraron ser determinantes importantes de la eficacia de la implementación. No hay información sobre la sostenibilidad en el tiempo de los resultados o sobre su generalización. Artículos: Zabaleta-del-Olmo et al.41, 42. |
Intervención: Se evalúa la efectividad de 2 procedimientos de implementación de un proceso colaborativo interprofesional facilitado, para optimizar la adherencia a las guías de práctica clínica para la prevención primaria de diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y promocionar la promoción de hábitos saludables en pacientes pre-diabéticos. Realizado en 9 centros de APS del País Vasco, asignados aleatoriamente a uno de 2 grupos: un grupo aplicó la estrategia de implementación de forma global (Gl), promoviendo la cooperación de todos los profesionales sanitarios desde el principio, y el otro la realizó de forma secuencial (Sc), centrándose primero en las enfermeras, que posteriormente buscaron la cooperación pragmática de los médicos. La intervención se dirigía a adultos (≥30 años, con al menos un factor de riesgo y nivel de glucemia alterado). La intervención, se basaba en el marco conceptual de las «5A» y se buscaba un incremento de niveles de actividad física (AF) y de alimentación saludable (AS). Tipo de estudio de implementación: Hibrido II de Implementación. Analiza la fidelidad de la implementación (resultado de CID) y evaluar cambios en el comportamiento (efectividad). Estrategia de implementación: Se creó una comunidad de práctica interprofesional liderada por un líder local. Fases de la implementación: a) Promoción del liderazgo local (identificación, capacitación y apoyo) y desarrollo de programas de intervención clínica adaptados al contexto; b) capacitación técnica (intervención clínica y herramientas informáticas); c) planificación, modelado colaborativo del programa local, y d) monitorización, apoyo y facilitación. La evaluación de la implementación se realizó siguiendo el modelo RE-AIM: R –Alcance/cobertura del programa: 1) Cribado (porcentaje de pacientes diana en los que se sigue la guía clínica); 2) Prevención (porcentaje de pacientes diana asesorados), y 3) Propagación (porcentaje de pacientes asesorados que planean una mejora de hábitos). E – Efectividad eficacia/efectividad de la intervención: porcentaje de adquieren un nuevo hábito saludable (de AF o AS). A – Adopción, número de profesionales que realizan la intervención: no se evalúa. I – Implementación, grado en que se ejecutan los componentes de la intervención: porcentaje de pacientes asesorados, o con prevención o con un plan de mejora de hábitos 12 meses después de la intervención. M – Mantenimiento, fidelidad a los diversos elementos de las funciones o componentes clave de una intervención. Se evalúa mediante el marco de Dane y Dusenbury (que incluye adherencia, dosis, calidad de la prestación, capacidad de respuesta de los profesionales y diferenciación de programas). Diseño del estudio: Ensayo de implementación aleatorizado por conglomerados. Resultados ¿Cómo cambió la práctica clínica gracias a la estrategia de implementación? ¿Cuál fue su impacto real? Después de 12 meses, 3.273 pacientes elegibles con riesgo de diabetes tipo 2 habían asistido a su médico de familia al menos una vez. El 15% recibió un asesoramiento sobre estilo de vida saludable en ambos grupos de comparación. Tras 8 meses de la implementación, la proporción de pacientes a riesgo de DM2 que recibieron una prescripción personalizada de cambio de estilo de vida fue ligeramente superior y 2,3 veces más probable en los centros con una implementación secuencial que, en los de implementación global. La probabilidad de alcanzar los niveles recomendados de AF y AS fue 4 y 3 veces mayor tras la prescripción de un cambio en el estilo de vida que solo con la evaluación y el asesoramiento. El procedimiento de compromiso y ejecución de la estrategia de implementación no modifica el efecto de la prescripción de hábitos saludables. En general elevada fidelidad. Tasa inicial de colaboración de enfermeras fue mayor en Sc (93%) que Gl (67%). Tasa de exposición similar en Sc/Gl, pero mayor en enfermeras (86%) que médicos (75%). Los profesionales identificaron la mitad de las estrategias discretas planificadas y su calificación de la utilidad de las estrategias fue positiva, con pocas diferencias entre estrategias. No hay información sobre la sostenibilidad en el tiempo de los resultados o sobre su generalización. Artículos: Sánchez A, et al.43, 44, 45. |