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. 2020 Jul 9;53(1):89–101. [Article in Spanish] doi: 10.1016/j.aprim.2020.06.006

Tabla 3.

Recomendaciones específicas a las personas mayores durante la pandemia para ayudar a mantener su salud

Recomendaciones Lo que hay que hacer Lo que no hay que hacer
→Proteger a las personas mayores es fundamental, por su mayor riesgo de complicaciones y la dificultad en la comprensión de las medidas higiénicas y de aislamiento social

→«Acompañar» emocionalmente tanto si está en el domicilio con los familiares como si está ingresado en una residencia

→Asegurar las necesidades diarias fundamentales

→Proporcionar información veraz, adecuada y oportuna

→Los profesionales de atención primaria deben proporcionar consejo y orientación telefónica a demanda del paciente o de sus cuidadores

→El uso de las TIC con las personas mayores también se ha revelado fundamental en esta pandemia

→Los centros de APS deben poseer medios y formación adecuada para su uso

→Igualmente, los centros residenciales y comunidades de mayores

→Evitar la «externalización masiva y a bajo precio» que se ha hecho de las residencias geriátricas y de su personal

→Volver a vincular los centros sociosanitarios con la APS adecuadamente financiada y dotada
→Explicar que las medidas a tomar pueden ser difíciles de aceptar, pero que son necesarias (si está en un centro o en el domicilio no recibirá visitas, explicarle con claridad los motivos)

→Hay que enseñarles a cumplirlas con cierta insistencia y cercanía afectiva

→Durante la cuarentena recomendarle que se mantenga en casa de forma estricta

→No recibir visitas de personas externas a la familia conviviente

→Ofertarle una comunicación frecuente por teléfono (o videollamadas) para ayudarle a mantenr el contacto con la familia y atender a sus preocupaciones

→Si es un paciente frágil, los profesionales de atención primaria deben contactar periódicamente con él o ella, resolver sus dudas y mostrar su disponibilidad en caso de empeoramiento psicofísico

→Si presenta una enfermedad aguda (excluida la infección por la COVID-19): monitorizar telefónicamente cada 24-48 h y realizar visitas al domicilio en función de la gravedad

→Ayudarle a evitar acudir al centro de salud y toda derivación no imprescindible al hospital mientras dure la pandemia (para evitar el contagio)

→Con el apoyo de los servicios sociales y comunitarios, ayudarle a conseguir un espacio propio y diferenciado durante el confinamiento
→Responsabilizar a los abuelos del cuidado de los nietos (comporta un alto riesgo de contagio y debe evitarse a toda costa)

→En caso de estar ingresado en una residencia dejar de mantener el contacto según las normas adoptadas por las autoridades sanitarias y de servicios sociales

→Abandonarlo afectivamente, privándole de contactos a distancia con la familia (por teléfono o videollamadas) argumentando que no debe recibir visitas

→No estar alerta a sus necesidades diarias

→Derivarle innecesariamente al hospital ante cualquier empeoramiento, no teniendo en cuenta previamente las capacidades del entorno próximo: 1) del propio sujeto, 2) de la comunidad y 3) de la APS

→Negar la derivación del paciente al hospital si la situación de gravedad lo requiere

→No sustituir al personal de la residencia o piso asistido si se acumulan sus bajas por enfermedad o confinamiento

→No tener en cuenta la enseñanza de esta pandemia con respecto al riesgo que ha supuesto la «externalización masiva y a bajo precio» que se ha hecho de las residencias geriátricas y de su personal

APS: atención primaria de salud; TIC: tecnologías de la información y la comunicación.