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. 2020 Jul 9;53(1):89–101. [Article in Spanish] doi: 10.1016/j.aprim.2020.06.006

Tabla 4.

Recomendaciones más específicas para el autocuidado de la salud mental del personal sanitario de centros de salud

Exigir un trabajo en condiciones de máxima seguridad posible →Protegerse antes los riesgos del contagio y atender a los pacientes con material adecuado
→No descuidar los procedimientos con la rutina, sino rutinizar los procedimientos adecuados
Cuidar las necesidades básicas →El personal sanitario suele pensar que siempre hay que estar disponible para el otro y que sus necesidades son secundarias, sin pensar que no comer y no descansar produce agotamiento y alteraciones emocionales y cognitivas
→Asegúrese de comer, beber y dormir regularmente. No hacerlo pone en riesgo su salud mental y física, y también puede comprometer su capacidad para atender a los pacientes
Descansar y alimentarse →Mantener periodos de descanso y una alimentación adecuadas
→Siempre que sea posible, permítase hacer algo no relacionado con el trabajo y que encuentre reconfortante, divertido o relajante (escuchar música, leer un libro, hablar con un amigo, hacer ejercicio físico)
→Algunas personas pueden sentirse culpables si no están trabajando a tiempo completo o si están tomando el tiempo en divertirse cuando tantos otros están sufriendo: entienda y acepte que tomar un descanso adecuado derivará en una mejor atención a los pacientes
Planificar una rutina fuera del trabajo →Trate de mantener los hábitos que permitan las medidas de restricción
→Explore de manera creativa otras opciones que pueda hacer durante el confinamiento (rutinas diarias de ejercicio, cuidado físico, lectura, llamadas o videoconferencia a seres queridos)
Mantener el contacto con compañeros →Mantenga un espíritu de colaboración y respeto con sus compañeros, y proporcione/reciba un apoyo mutuo
→Reconozca la importancia de su trabajo y el de sus compañeros («La fuerza del grupo»)
→El aislamiento debido a la pandemia puede producir miedo y ansiedad
→Cuente su experiencia y escuche a los demás
Respetar las diferencias →Algunas personas necesitan hablar mientras que otras necesitan estar solas
→Reconozca y respete las diferencias entre usted, sus pacientes y sus compañeros
Compartir información constructiva →Comuníquese con sus colegas de manera clara y alentadora, identificando errores de manera constructiva para corregirlos
→Todos nos complementamos. Los elogios pueden ser motivadores poderosos y reductores del estrés
→Comparta sus frustraciones y sus soluciones. La resolución de problemas es una habilidad profesional que proporciona una sensación de logro, incluso para pequeños incidentes
Estar en contacto con la familia y seres queridos →Póngase en contacto con sus seres queridos si es posible. Ellos son su sostén fuera del sistema de salud
→Compartir y mantenerse conectado puede ayudarles a apoyarle mejor
→También ellos agradecerán que les pueda hablar o comunicar su parte vulnerable. Sentirse mutuamente útiles es un factor de protección
Manténgase actualizado →Asegúrese una información científica ordenada, práctica, de fuentes contrastadas y adaptada a su actividad
→Participe en las reuniones autorizadas o por TIC para mantenerse informado de la situación, planes y eventos
→No deje de hacer actividades (juegos de mesa, lectura, películas, música, actividad física) no relacionadas con la pandemia
Limitar la exposición a los medios de comunicación →Las imágenes gráficas y los mensajes preocupantes aumentarán su estrés, y puede reducir su efectividad y bienestar general
→Utilice mecanismos de protección psicológica, y evite la entrada constante de noticias sobre la pandemia, permitiéndose poner límites a las demandas que pueden surgir por grupos de WhatsApp® y otras redes informatizadas y TIC
Permítase pedir ayuda →Reconocer signos de agotamiento o desgaste, pedir ayuda y aprender a pararse para atenderlos es un modo de regulación interna que favorece la estabilidad frente a una situación de estrés mantenido en el tiempo
→Si se produce un deterioro o derrumbe afectivo, reconocerlo y pedir ayuda
Utilice sus capacidades emocionales →La competencia profesional y la fortaleza no es incompatible con sentir confusión, inquietud, sensación de descontrol, miedo, culpa, impotencia, tristeza, irritabilidad, insensibilidad, labilidad
→Las emociones y los sentimientos son parte de la constitución humana. Compartir las emociones con alguien que nos transmita seguridad y confianza ayuda a hacerlas más tolerables y poder regularlas
Autoobservación: sea consciente de sus emociones y sensaciones →Sentir emociones desagradables no es una amenaza, es una reacción normal, de defensa de nuestra mente ante el peligro: miedo, ira, tristeza, sensación de separación-soledad…
→Sin embargo, la tristeza prolongada, las dificultades para dormir, los recuerdos intrusivos o la desesperanza sostenida pueden alertar hacia complicaciones
→Si puede, comparta su estado con un compañero, con un supervisor o busque ayuda profesional si es necesario
Aplique las estrategias de regulación emocional que conozca →Las técnicas de buscar compañía, expresión artística o humorística, respiración, atención plena (mindfulness), el ejercicio físico, etc., pueden ser útiles para la modulación emocional, fisiológica y/o cognitiva
Recuerde que lo que es posible no es probable →Los profesionales sanitarios estamos en una exposición continua a la cara más dramática de esta epidemia: la muerte y el sufrimiento en condiciones desoladoras. Eso moviliza una importante carga emocional que a nivel cognitivo puede traducirse en saltos cognitivos donde se confunde lo posible con lo probable
→Es importante no perder la esperanza y recordar también que una parte importante de las personas enfermas padecen esta enfermedad en sus formas más leves y que la mayor parte se curan
Reconocer al equipo asistencial →Recuerde y verbalice junto con sus compañeras/os que, a pesar de los obstáculos o las frustraciones, está cumpliendo una gran tarea social, cuidando a los más necesitados. Reconozca a sus colegas y comparta el orgullo de realizar un trabajo solidario para la comunidad, lo que reforzará su resiliencia
→Hay que recordar que todos los que en estas circunstancias están trabajando en primera línea sanitaria y de servicios, a pesar de los riesgos y el miedo inherente, deberían ser los auténticos modelos de identificación cultural (más que los guerreros, los cantantes o los deportistas de élite…)

TIC: tecnologías de la información y la comunicación.