Resumen
Introducción:
con el aumento en la esperanza de vida las condiciones relacionadas con mayor edad incrementaron su incidencia; una de estas patologías es el deterioro cognitivo (DC) que presenta una prevalencia de hasta el 28%, hoy en día se conocen condiciones que aumentan la presencia de DC. Sin embargo, existe controversia sobre los factores que aumentan el riesgo para su presencia.
Objetivo:
determinar los factores asociados al deterioro cognitivo en adultos mayores.
Material y métodos:
se realizó un estudio transversal, analítico, observacional, retroprolectivo que incluyó a adultos ≥ 65 años, sin antecedente de evento vascular cerebral o traumatismo craneoencefálico. Se analizaron factores demográficos, el DC se evaluó con la prueba Mini-Mental. Para el análisis estadístico se usó razón de momios (RM) e intervalo de confianza al 95% (IC95%) para cada factor y como análisis multivariado, regresión logística múltiple.
Resultados:
se incluyeron 420 adultos mayores, de los cuales el 61% eran mujeres, el 32.6% tenían edad > 75 años, el 84.5% con escolarización < 9 años. En la regresión logística múltiple los siguientes fueron factores independientes para la presencia de DC leve: la dependencia de actividades básicas de la vida diaria (ABVD), ausencia de estimulación cognitiva, edad > 75 años, polifarmacia y descontrol de tensión arterial.
Conclusiones:
la dependencia de ABVD, ausencia de estimulación cognitiva, edad > 75 años, polifarmacia y descontrol de la tensión arterial son factores de riesgo asociados al DC en adultos mayores.
Palabras clave: Anciano, Factores de Riesgo, Disfunción Cognitiva, Estudios Transversales
Abstract
Background:
With the increase in life expectancy, conditions related to older age have increased in incidence, one of these pathologies is Cognitive Impairment (CI), which has a prevalence of up to 28%, conditions that increase the presence of CI are known. However, there is controversy about the factors that increase the risk of CI.
Objective:
To determine the factors associated with cognitive impairment in older adults.
Material and methods:
We conducted a cross-sectional, analytical, observational, retroprolective study that included adults ≥65 years of age, with no history of cerebral vascular event, cranioencephalic trauma. Demographic factors were analyzed, CI was assessed with the Mini Mental State Examination test. For statistical analysis we used Odds Ratio (OR) and 95% confidence interval (95% CI) for each factor and multiple logistic regression as multivariate analysis.
Results:
420 older adults were included, 61% were women, 32.6% with age >75 years, 84.5% with schooling <9 years, in the multiple logistic regression the following were independent factors for the presence of mild CI: dependence on basic activities of daily living (ADLs) with OR 5.88, absence of cognitive stimulation RM 4.50, age >75 years OR 2.92, polypharmacy OR 2.16, uncontrolled blood pressure OR 1.92.
Conclusions:
ADLs dependence, absence of cognitive stimulation, age >75 years, polypharmacy and uncontrolled blood pressure are risk factors associated with CI in older adults.
Keywords: Aged, Risk Factors, Cognitive Dysfunction, Cross-Sectional Studies
Introducción
A nivel mundial, la proporción de adultos mayores ha aumentado en los últimos años. En América Latina y el Caribe la proporción de adultos mayores de 60 años se duplicará entre los años 2010 y 2050, pasando del 10 al 25%, se espera que sobrepase los 188 millones de personas.1 En México, para el año 2050 se estima que 23 de cada 100 personas tendrán más de 60 años.2
Como parte de los cambios relacionados con la edad se reconoce la presencia de cambios asociados con el envejecimiento cerebral. Sin embargo, cuando estos cambios repercuten en las actividades cotidianas de los adultos, se identifica la presencia de deterioro cognitivo leve (DC), que se reconoce como un síndrome geriátrico caracterizado por la afección en seis dominios (aprendizaje y memoria, funcionamiento social, lenguaje, función visuoespacial, atención compleja y funcionamiento ejecutivo), estas alteraciones son informadas por el paciente o por un familiar y se pueden objetivar mediante pruebas neuropsicológicas.3 En México, la prevalencia estimada de DC leve es del 23.8%,4 se han evaluado diferentes factores de riesgo asociados con el DC leve, y se ha demostrado que los aspectos socio-demográficos se asocian a la presencia de este deterioro, como la edad mayor a 70 años, para la cual se ha estimado una RM de 2.06 (1.32-3.23), y escolaridad menor a 9 años, con una RM de 3.01 (1.80-5.05). Otros aspectos han mostrado una asociación (p < 0.01) a favor de la presencia de DC leve como son: sexo femenino, nivel educacional menor a 9 años y comorbilidades como hipertensión, infarto, diabetes y descontrol glucémico. Sin embargo, existen estudios que contradicen esta información, reportando solo los aspectos como: edad mayor de 70 años, diabetes e hipoglucemia como factores de riesgo significativos asociados a la presencia de DC leve.5,6,7
Nuestro objetivo es determinar los factores asociados al deterioro cognitivo en adultos mayores. En nuestro medio no se han estudiado estos factores de riesgo en población no hospitalizada.
Métodos
Se realizó un estudio transversal, analítico, observacional y retroprolectivo, en el cual se incluyeron sujetos ambulatorios que acuden a consulta al primer nivel de atención, que acuden de forma regular a consulta en su unidad de medicina familiar, con edad ≥ 65 años, de sexo indistinto, sin diagnóstico previo de DC leve. Se excluyeron los sujetos con antecedente de evento vascular cerebral, con secuelas de traumatismo craneoencefálico severo, diagnóstico de depresión, Alzheimer, enfermedad de Parkinson, depresión mayor y consumo de fármacos (inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina y benzodiacepinas). Estos datos fueron recabados del expediente electrónico de los pacientes en la unidad de medicina familiar. Los adultos mayores fueron localizados por el investigador responsable en sala de espera de la unidad e invitados a participar en el estudio, una vez aceptada su participación y con firma de consentimiento informado se aplicó la encuesta demográfica, así como los instrumentos para medir el nivel socioeconómico, dependencia de las ABVD y Mini-Mental en el aula designada para este propósito.
Las características clínicas estudiadas fueron sexo, edad, estado civil, escolaridad, estrato económico, presencia de comorbilidades, consumo de medicamentos, polifarmacia, estado nutricional, Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD), antecedente de hipoglucemia, glucemia plasmática de ayuno, tensión arterial (TA), estimulación cognitiva, actividad física, participación en grupo de apoyo social y función cognitiva (anexo 1).
Se realizó la reclasificación de variables de forma dicotómica considerando su potencial asociación con la presencia de DC leve. La edad fue agrupada en < 75 y ≥ 75 años, considerando que es la edad que determina a la población anciana, la escolaridad en escolarización < 9 y ≥ 9 años para clasificar la escolaridad básica de los sujetos incluidos; la polifarmacia se definió como el consumo habitual de ≥ 4 fármacos, la glucemia en controlada < 126 mg/dL y descontrolada ≥ 126 mg/dL, considerando las cifras usadas para determinar el control glucémico en el primer nivel de atención, y la tensión arterial en controlada < 140/90 mmHg y descontrolada ≥ 140/90 mmHg, determinando las metas de control para pacientes con hipertensión arterial.
El nivel económico se midió mediante el instrumento de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI) demarcando la presencia de bajo nivel económico (< 90 puntos) (anexo 2), las ABVD se evaluaron mediante la aplicación del índice de Katz que evalúa seis características, que corresponden a con actividades a evaluar como: alimentación, vestido, baño, continencia urinaria/fecal, transferencias y uso del sanitario, catalogando como independiente (0-1 puntos) y dependiente (> 1 punto) (anexo 3). La función cognitiva se evaluó mediante la aplicación del cuestionario Mini-Mental adaptado para población mexicana, los componentes de lenguaje, atención, cálculo y memoria explicaron 60.6% de la varianza en el análisis factorial, con un reporte de sensibilidad de 0.97 y especificidad de 0.88, con un puntaje máximo de 30 y mínimo de 0, agrupando la presencia de deterioro cognitivo con puntaje (< 24 puntos)8 (anexo 4). En la figura 1 se presenta el diseño arquitectónico del estudio.9
Figura 1. Diseño arquitectónico del estudio.
Fuente: Elaboración propia
El estudio cumplió con los criterios de los comités de ética e investigación en salud institucionales (registro número: R-2018-1401-028). Se solicitó a todos los participantes la firma del consentimiento informado, las encuesta y aplicación de los instrumentos se realizó en un aula aislada de la sala de espera para respetar la privacidad de los sujetos. Los datos se capturaron mediante codificación de la base de datos para respetar la confidencialidad de los datos.
Se realizó el cálculo del tamaño de muestra mediante la fórmula de evento por variable, considerando la inestabilidad de los datos cuando se incorporan distintas variables, por lo que se requieren más de 10 eventos en cada variable, para dar estabilidad a los resultados. Considerando el desenlace como la presencia de DC leve y las siete variables reportadas con mayor frecuencia asociadas con el DC leve (sexo, edad, escolaridad, descontrol de TA, diabetes, obesidad y polifarmacia), se efectuó el cálculo de tamaño de muestra con la fórmula de evento por variable (10 sujetos por variable a estudiar) considerando la presencia de DC en 50% de los sujetos hipertensos y 10% en los sujetos con polifarmacia, teniendo como resultado el tamaño de muestra de 420 sujetos.10,11
Se realizó un muestreo no probabilístico de casos consecutivos (figura 2).
Figura 2. Diagrama de flujo del estudio.
Fuente: Elaboración propia
UMF: Unidad de Medicina Familiar; DC: Deterioro cognitivo
Análisis Estadístico
Descriptivo
El análisis estadístico descriptivo se realizó con frecuencias y porcentajes para las variables cualitativas: sexo, edad > 75 años, estado civil, escolaridad, ocupación, estrato económico, antecedente de tabaquismo, antecedente de consumo de alcohol, comorbilidades, hipertensión arterial, diabetes, cáncer, enfermedad pulmonar, enfermedad cardiaca, polifarmacia, tipo de fármacos consumidos, estado nutricional, independencia de las ABVD, control glucémico, antecedente de hipoglucemia, control de presión arterial, ejercicios de estimulación cognitiva, participación en grupos de apoyo social, práctica de actividad física y presencia de deterioro cognitivo. Mientras que las variables cuantitativas fueron: edad, años de escolaridad, número de fármacos consumidos, índice de masa corporal, glucosa sérica de ayuno, cifra de presión arterial sistólica y diastólica. Al no cumplir con los principios de normalidad en la prueba de Kolmogórov-Smirnov fueron expresadas en medianas y rangos intercuartilares, después fueron recodificadas de forma dicotómica para ser expresadas de forma cualitativa.
Análisis bivariado
Para el análisis bivariado se realizó el cálculo de Chi cuadrada, para identificar la magnitud de asociación se calculó RM con IC95%, para determinar los factores de riesgo asociados al DC leve.
Análisis multivariado
Para el análisis multivariado se realizó regresión logística múltiple para determinar la magnitud de asociación ajustada por el resto de las variables, las variables incluidas en el modelo fueron aquellas que mostraron significancia estadística en la prueba de Chi cuadrada, como prueba de bondad de ajuste para los modelos de regresión logística múltiple se realizó la prueba de devianza. Los modelos de regresión se expresaron con diagramas de bosque.12
Como significación clínica se consideró tanto para el análisis bivariado y multivariado que el IC95% no incluyera la unidad y la significancia estadística fue definida con un valor de p ≤ 0.05; usando el programa SPSS versión 22 y el programa PRISMA GraphPad versión 8.0.1. La variable dependiente fue la presencia de deterioro cognitivo definida por un resultado en el Mini-Mental < 24 puntos.
Resultados
Se incluyeron 420 adultos mayores, de los cuales 256 (61%) eran mujeres. En el grupo de mayores de 75 años de edad se encontraron 137 (32.6%) sujetos, 355 (84.5%) refirieron una escolarización menor a 9 años, pertenecían al estrato socioeconómico bajo 197 (46.9%) sujetos, 383 (91.2%) refirieron alguna comorbilidad, 250 (59.5%) indicaron el consumo de > 4 fármacos, 24 (5.7%) con dependencia de las ABVD, la elevación de la tensión arterial se presentó en 115 (27.4%) casos, 257 (61.2%) no contaban con estimulación cognitiva, 197 (46.9%) no realizaban actividad física, 384 (91.4%) no acudían a un grupo de apoyo de adultos mayores. La prevalencia de DC leve fue de 30.5%.
En el análisis bivariado se determinaron como factores asociados significativos para la presencia de DC leve: edad > 75 años, ausencia de pareja, escolarización < 9 años, estrato económico bajo, enfermedad cardiaca, polifarmacia, consumo de antinflamatorios no esteroideos (AINES), dependencia de ABVD, antecedente de hipoglucemia, descontrol de la TA, ausencia de estimulación cognitiva y ausencia de actividad física. Por otra parte, las variables: sexo femenino, consumo de fármacos como antihipertensivos, antidiabéticos, insulina, hipolipemiantes, así como presencia de obesidad, descontrol glucémico y no contar con grupo de apoyo social no fueron estadísticamente significativas (cuadro I).
Cuadro I. Factores asociados a deterioro cognitivo en adultos >65 años.
RM: Razón de Momios. IC95%: Intervalo de confianza al 95%. ABVD: Actividades básicas de la Vida Diaria. TA: Tensión Arterial
*Chi cuadrada de Pearson
Con los factores de riesgo encontrados se realizaron modelos para análisis multivariado, observando que el modelo que incluye las variables: edad > 75 años, polifarmacia, dependencia ABVD, descontrol de la tensión arterial, ausencia de estimulación cognitiva, presentó una mayor explicación de la varianza con un valor de r2 = 0.20, con una adecuada bondad de ajuste del modelo (cuadro IIy figura 3).
Cuadro II. Factores asociados a deterioro cognitivo en adultos > 65 años en análisis multivariado.
El modelo 5 presentó una bondad de ajuste adecuada para datos desagrupados
Prueba de devianza p = 0.39
B: Beta; ET: Error Estándar; RM: Razón de Momios; IC95%: Intervalo de confianza al 95%; ABVD: Actividades básicas de la Vida Diaria
*Chi cuadrada de Pearson
Figura 3. Diagrama de bosque. Riesgo asociado a deterioro cognitivo en adultos mayores. Análisis multivariado.
Discusión
En el presente estudio se analizó la posible asociación de los factores demográficos, los antecedentes y las condiciones clínicas con la presencia de deterioro cognitivo. La primera característica analizada fue la edad, este es el factor más estudiado en asociación con la presencia de DC leve, en nuestro estudio la edad mayor a 75 años presentó un RM de 3.48. Esto concuerda con los datos reportados por estudios como el de Pedraza et al. con RM de 2.06 (1.32-3.23) para la edad mayor de 70 años; mientras que el estudio de Li et al. reportó asociación entre la edad > 65 años y la presencia de DC con una RM de 1.18 (1.11-1.25), y el estudio de Lipnicki et al. que mostró un RM de 1.07 (1.03-1.11) por incremento de edad a partir de los 70 años. Estos resultados pueden explicarse por la teoría de la constricción miogénica, que indica que los factores relacionados con la edad avanzada favorecen las alteraciones en los mecanismos de autorregulación de las arteriolas cerebrales, lo cual incrementa el riesgo para el desarrollo de DC leve.5,7,13,14
Otro de los aspectos estudiados como factor de riesgo para el DC leve son los años de escolarización, considerando que el riesgo se presenta en quienes no cuentan con la escolaridad básica (9 años), en nuestro estudio se reportó una RM de 3.63 (1.68-7.87) en sujetos con 9 años o menos de escolarización. Esto es congruente con lo reportado por Ma Fei et al. con un RM de 2.07 (1.75-2.44); mientras que el estudio de Zhang et al. se obtuvo una RM de 1.55 (1.04-2.32) en aquellos participantes con escolaridad menor a 9 años; en el estudio de Pedraza OL et al. se encontró que para la escolarización entre 6 y 10 años la RM fue de 2.87 (1.17-7.01). La escolaridad básica que conforman los primeros 9 años genera los hábitos que permiten realizar tanto tareas cognitivas complejas como actividades que se realizan de manera rutinaria, por lo cual una escolaridad menor representa un factor de riesgo para la presencia de DC leve.5,15,16
Algunos estudios sostienen que las personas que viven en ausencia de una pareja tienen mayor riesgo a presentar DC leve debido a la falta de estimulación afectiva, nuestro estudio reportó que la ausencia de pareja presenta una RM de 1.56 para la presencia de DC, esto concuerda con lo reportado por Tianyi et al., que reportaron una RM de 4.5 (3.02-6.71) en quienes no contaban con pareja; por su parte Zhang et al. demostraron en los sujetos viudos y divorciados una RM de 1.50 (1.14-1.98). Contar con una pareja implica la posibilidad de interactuar y estimular la cognición de los sujetos, además de que disminuye la presencia de patologías asociadas a la DC leve, como la depresión y la ansiedad.12,17
La presencia de enfermedad cardiaca es uno de los aspectos relacionados con la presencia de DC leve, considerando la teoría del daño vascular. Nuestro estudio presentó una RM de 1.86 significativa para la presencia de DC leve; lo cual es similar a lo reportado por Tamas et al., quienes reportan que una disminución vascular predice el deterioro cognitivo en adultos mayores. Sin embargo, Yuxia et al. reportaron que los factores de riesgo cardiovascular (circunferencia de cintura, colesterol) no están asociados con la presencia de deterioro cognitivo. Por otra parte, Bello et al. no encontraron asociación entre enfermedad cardiaca como infarto al miocardio RM de 0.61 (0.16-2.42), ataque cardiaco previo RM de 0.98 (0.20-4.77), hipercolesterolemia RM de 1.34 (0.49-3.66). Por lo que se necesitan más estudios que permitan aclarar esta discrepancia entre los estudios. Sin embargo, en el estudio de Yuxia et al. solo se evaluó el riesgo cardiovascular sin tomar en cuenta otros factores, además su cohorte de pacientes fue conformada por sujetos cinco años menores a los incluidos en nuestro estudio, finalmente ellos incluyeron una muestra mixta de pacientes, la cual podría incluir sujetos hospitalizados con patologías que limitan sus actividades cotidianas, lo cual caracteriza a una población diferente a la de nuestro estudio debido a la mayor predisposición a otro tipo de enfermedades como demencias y alteraciones del ciclo circadiano, por lo cual sería complicado establecer la asociación en este tipo de poblaciones.18,19,20
El consumo de cuatro fármacos o más (polifarmacia) es un factor relacionado con la presencia de DC leve, debido a las comorbilidades presentes en este grupo de pacientes, nuestro estudio reportó una RM de 2.28; esto corresponde con lo reportado por Niikawa et al., que reportan una RM de 1.83 (1.10-3.02) en un análisis multivariado ajustado por variables de potencial confusión, mientras que el estudio de Pamoukdjian et al., arrojó un RM de 2.32 (1.01-5.41).21,22
El descontrol de la tensión arterial fue uno de los factores de riesgo encontrados en nuestro estudio para el DC leve, con una RM de 1.71, lo cual concuerda con el estudio realizado por Shang et al. quienes reportaron un RM de 1.18 (1.02-1.36); mientras que el estudio de Yuan et al. reporta que el descontrol de TA sistólica superior a 180 mmHg presenta un RM de 1.54 (1.35-1.75) y para la TA diastólica superior a 110 mmHg fue de 1.19 (1.02-1.38); por otra parte, en el estudio de Liang et al, la elevación de 10 mmHg en la TA sistólica presentó un RM de 1.14 (1.04-1.25) y el mismo incremento en la TA diastólica con RM de 1.22 (1.02-1.45) ajustado por edad, sexo, educación, vivir solo, IMC y diabetes. Estos datos nos indican la necesidad mantener la TA en niveles adecuados, lo cual puede contribuir a disminuir el riesgo de presentar DC leve, ya que la elevación de las cifras de TA incrementa los cambios en la constricción miogénica, situación que favorece una falta de compensación en los cambios a nivel de la presión en pequeños vasos, lo cual incrementa la presencia de alteraciones en la barrera hematoencefálica y microhemorragias en las arterias cerebrales distales y arteriolas, situación que se asocia con la presencia de DC leve.9,23,24,25
Se considera que la ausencia de estimulación cognitiva, como parte de las actividades cotidianas que realiza el adulto mayor, puede repercutir de forma negativa en los componentes de la función cognitiva como la memoria, en nuestro estudio se observó un RM de 4.62 asociado con la presencia de DC leve; lo cual concuerda con lo reportado por Lipnicki et al., quienes identificaron que los pacientes que realizaban ejercicios de actividad mental presentaron un RM 0.69 (0.55-0.87); esto contribuye a considerar que las intervenciones dirigidas a la estimulación o actividad cognitiva pueden disminuir el riesgo de presentar DC leve.7
No considerar la presencia de DC leve como parte del espectro de patologías neuropsíquicas, como la demencia y la enfermedad de Alzheimer, nos limita la posibilidad de atender a este grupo poblacional, debido a que las formas avanzadas relacionadas con el DC leve no son reversibles.
En el presente estudio no se identificó como factor de riesgo la presencia de obesidad, lo que contrasta con lo reportado en otros estudios, como el realizado por Soriano et al. quienes reportan una magnitud de asociación para DC en sujetos con obesidad, RM de 3.77 (1.004-14.190) ajustada por edad, sexo, nivel de educación, actividad física y consumo de calorías. Sin embargo, su tamaño de muestra fue de 112 sujetos, con prevalencia de 27.6% y se realizó en una población más joven (20 a 64 años), estas condiciones pueden determinar la diferencia observada entre los resultados obtenidos.26
El presente estudio presentó limitaciones relacionadas con su diseño transversal, ya que con el presente diseño no es factible establecer causalidad de los factores estudiados con el desarrollo de DC leve en los adultos mayores. Por otra parte, el uso de instrumentos de cribado como el Mini-Mental no permite establecer el diagnóstico clínico de algunas patologías, como el DC leve, por lo que se establece una sospecha que esta debe ser evaluada mediante valoración clínica para establecer su diagnóstico.
Es relevante considerar los factores de riesgo estudiados como punto de partida para investigaciones posteriores con diseños longitudinales y evaluaciones clínicas por personal capacitado para determinar el diagnóstico de deterioro cognitivo y establecer la causalidad de los potenciales factores de riesgo.
Conclusiones
En el presente estudio se observó que los factores como: ausencia de estimulación cognitiva, una edad mayor a 75 años, la polifarmacia y el descontrol de la TA, son factores de riesgo independientes asociados con la presencia deterioro cognitivo, estas características en conjunto explican el 20.3% de la presencia del deterioro cognitivo.
Anexos
Agradecimientos
El presente trabajo se realizó durante la maestría en ciencias de la salud y el doctorado en investigación en medicina avalados por el Instituto Politécnico Nacional, se agradece al personal docente del Centro de Adiestramiento en Investigación Clínica por su apoyo y dedicación, también al personal directivo de la Unidad de Medicina Familiar 52 por su apoyo y las facilidades otorgadas para realizar el estudio. Este estudio forma parte de la Iniciativa “M”.
Notas
los autores han completado y enviado la forma traducida al español de la declaración de conflictos potenciales de interés del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, y no fue reportado alguno que tuviera relación con este artículo.
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