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. Author manuscript; available in PMC: 2012 Jul 13.
Published in final edited form as: Actas Esp Psiquiatr. 2011 Mar 1;39(2):123–130. [Article in Spanish]

Esquizofrenia y trastorno en el consumo de sustancias: prevalencia y characterísticas sociodemográficas en la población Latina

Substance use disorder and schizophrenia: prevalence and sociodemographic characteristics in the Latin American population

Lorena Jiménez-Castro 1,2,3, Henriette Raventós-Vorst 3,4, Michael Escamilla 2,5,6
PMCID: PMC3395996  NIHMSID: NIHMS378572  PMID: 21404151

Abstract

El interés por comprender la co-morbilidad de la esquizofrenia y el trastorno en el uso de sustancias, ha aumentado debido al incremento de este diagnóstico, a los efectos negativos observados en el sujeto y a los costos en los servicios de salud. Este trastorno dual puede tener efectos dramáticos en el curso clínico del trastorno psicótico tales como: mayores recaídas, re-hospitalizaciones, síntomas más severos, no adherencia al tratamiento antipsicótico, cambios marcados del humor, aumento en el grado de hostilidad e ideación suicida, así como alteraciones en otras áreas del funcionamiento incluyendo violencia, victimización, indigencia y problemas legales. La literatura proveniente en particular de Estados Unidos y Europa sugiere que el rango de prevalencia para este diagnóstico puede oscilar entre el 10% hasta el 70%.

En este estudio, revisamos la prevalencia del diagnóstico dual de esquizofrenia y trastorno en el uso sustancias, así como sus características sociodemográficas, con base en la literatura disponible alrededor del mundo dando énfasis en la poblacion latina. A pesar de que este diagnóstico es ampliamente aceptado, se conoce poco sobre su prevalencia en la población latina, sobre los factores ambientales, demográficos, clínicos y otras características de estos individuos. Un mejor conocimiento sobre este diagnóstico permitiría mejorar los métodos para la detección y adecuada valoración del trastorno en el uso de sustancias en personas con trastornos metales severos como la esquizofrenia.

Keywords: Dual diagnosis, comorbidity, schizophrenia, substance use disorder, Latino populations, Latinos

Introducción

Los estudios epidemiológicos alrededor del mundo, la mayoría de estos provenientes de los Estados Unidos (EU) y Europa, han descrito la prevalencia del trastorno en el consumo de sustancias (TCS) en la población general, en poblaciones particulares como en los sujetos con enfermedades mentales, y en poblaciones minoritarias como la latina. Las prevalencias reportadas varían ampliamente entre las investigaciones existentes, posiblemente por diferencias en la metodología empleada, los criterios diagnósticos usados, el período de tiempo estudiado y el origen de la población1,2.

La Asociación Americana de Psiquiatría en el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” cuarta edición, texto revisado (DSM-IV-TR)3, en la sección nombrada “Trastornos relacionados con sustancias” incluye el TCS y el trastorno en el consumo alcohol. Cada uno de estos apartados contiene la dependencia y abuso de drogas o alcohol respectivamente3. Para efectos de esta revisión llamamos TCS a ambos trastornos de abuso y/o dependencia, tanto de alcohol como de drogas ilícitas. Asimismo cuando mencionamos “diagnóstico dual” nos estamos refiriendo específicamente al diagnóstico de TCS concurrente con Esquizofrenia (EQ).

Prevalencia del TCS en países desarrollados

Al inicio de los años ochenta, el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos en colaboración con 5 equipos de investigación (Universidad de Yale, Universidad de Johns Hopkins, Universidad de Washington en San Luis, Universidad de Duke y Universidad de California en Los Ángeles) desarrolló lo que fue la primera gran encuesta en los EU sobre enfermedades mentales. El estudio llamado el “Epidemiology Catchment Area” (ECA) empleó el “Diagnostic Interview Schedule” (DIS) como instrumento de valoración, basando los diagnósticos en el DSM-III. La muestra total fue de 20.291 individuos. El objetivo fue determinar la prevalencia de los trastornos mentales para particulares grupos en los EU (por ejemplo, en adultos mayores, en diferentes grupos étnicos, en la población rural y urbana). Por lo cual, no se puede generalizar sus resultados a un nivel nacional4. En ese estudio, la prevalencia de abuso o dependencia para alcohol o drogas a lo largo de la vida fue reportada en 16.7 %5.

Al inicio de los años noventa, el “National Comorbidity Survey” (NCS) estimó la prevalencia de los trastornos psiquiátricos según el DSM-III, tanto a través de toda la vida como durante el año previo a la entrevista. Esta investigación fue la primera en administrar una entrevista psiquiátrica estructurada, el “Composite International Diagnostic Interview” (CIDI), en una muestra representativa y probabilística de 8.098 estadounidenses6. Por tanto, es el primer estudio que permite generalizar la prevalencia de los trastornos mentales en los EU4. Ellos hallaron que la prevalencia de TCS en el año previo a la entrevista fue de 11.3% y a través de la vida de 35.4% 6.

Posterior al NCS, se desarrolló el “National Comorbidity Survey Replication” (NSC-R) durante febrero del 2001 a septiembre del 2003, empleado una muestra de 9.282 personas, fue también una investigación representativa para la población de los EU. Utilizando la entrevista diagnóstica estructurada ya mencionada (CIDI), con los criterios diagnósticos del DSM-IV, se estimó que el 14.6% de los estadounidenses reunían criterios para TCS a lo largo de la vida7.

Otro estudio representativo es el “National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Disorders” (NESARD), llevado a cabo entre el año 2001 al 2002. Los participantes fueron 43,093 civiles, no institucionalizados, habitantes de los EU, incluyendo Alaska y Hawai. Se utilizó la entrevista llamada el “Alcohol Use Disorder and Associated Disabilities Interview Schedule-DSM-IV” (AUDADIS-IV), creada por el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo de los Estados Unidos. La prevalencia de 12 meses para TCS fue de 9.35%1, mientras que la prevalencia a lo largo de la vida para trastorno en el consumo de alcohol fue de 30.3% 2 y para drogas ilícitas de 10.3% 8

Existen 3 estudios sobre la prevalencia de TCS en otras partes del mundo, que también emplearon una cuantiosa muestra de la población y una metodología similar al NCS y NCS-R, empleando el CIDI y los criterios diagnósticos del DSM. El primero de ellos, el “Netherlands Mental Health Survey and Incidence Study”, fue un estudio prospectivo con 7.076 sujetos para determinar la prevalencia de enfermedades psiquiátricas en Holanda. La prevalencia de TCS a lo largo de la vida, en el año previo y en el mes previo al reclutamiento de los sujetos, de acuerdo a los criterios del DSM-III, fueron de 18,7%, 8,9% y 5,8% respectivamente9. El “Australian National Survey of Mental Health” entrevistó una muestra representativa de 10.641 sujetos y reportó una prevalencia de 3,4% en el mes previo a la entrevista y de 7,9% en el año anterior a la entrevista10. El último de estas tres investigaciones el “German Health Survey–Mental Health Supplement”, tuvo como objetivo determinar la prevalencia de los trastornos somáticos y mentales en ese país. Se desarrolló en una muestra representativa de 4,181 individuos, utilizando una modificacion del CIDI para las valoraciones diagnósticas llamada “Munich CIDI”, entrevista basada en los criterios del DSM-IV. La prevalencia a lo largo de la vida, en el año pasado, y en las cuatro semanas previas a la entrevista fueron reportadas respectivamente en 9,9%, 4,5% y 2,9%11.

Prevalencia del TCS en poblaciones latinas

La población latina difiere de la población no-latina en la prevalencia de enfermedades mentales12,13,14, sin embargo existen muy pocas publicaciones que abordan este grupo étnico. Los principales estudios reportan la prevalencia de TCS en poblaciones latinas pero en sujetos que habitan en los EU, siendo probable que estos resultados no se puedan extrapolar a los latinos que residen en su país natal. En la segunda parte del NCS-R previamente mencionado, se re-entrevistaron a 5.692 personas de las 9.282 iniciales. La muestra fue subdividida en hispanos, no-hispanos negros y no-hispanos blancos. Los resultados mostraron que el grupo de hispanos tenían un riesgo similar de TCS a los no hispanos, la prevalencia a lo largo de la vida en hispanos fue de 16,1%13.

Datos disímiles provienen del estudio NESARD de donde se obtuvo la prevalencia a lo largo de la vida para trastornos psiquiátricos específicos según etnias y país de nacimiento. Para trastorno en el uso del alcohol, se encontró que la prevalencia para puertorriqueños fue de 18,5%, para cubanos-americanos de 10,2% y para no-hispanos blancos de 33,9%. La prevalencia para trastorno en el consumo de cualquier droga fue de 8,5%, 4,8% y 11,2%, respectivamente12. Los autores concluyen que el TCS se presenta en menor número en hispanos y que el riesgo en general aumenta para los sujetos que nacieron en los EU sin importar la etnia12. Este hallazgo es concordante con otro estudio que reportó mayor riesgo de presentar TCS para los mexicano-americanos nacidos en los EU, así como para los no-hispanos blancos nacidos en los EU, comparado con aquellos que nacieron en México14.

Entre mayo, 2002 a septiembre, 2003 se desarrolló el “National Latino and Asian American Study” con una muestra representativa nacional de hispanos habitando en los EU. La muestra final consistió en 2.554 sujetos provenientes de cuatro grupos: mexicanos (868), puertorriqueños (495), cubanos (577) y otros (614). Los resultados mostraron que los hombres puertorriqueños tienen mayor probabilidad de tener TCS que los hombres cubanos y que las mujeres puertorriqueñas también tienen mayor probabilidad que las cubanas y mexicanas; además se replicó el resultado antes descrito, que muestra que la probabilidad de presentar TCS es significativamente menor en latinos inmigrantes comparado con los latinos nacidos en los EU15. El estudio reportó la prevalencia de TCS en 11,2%16, porcentaje menor que lo hallado en el NCS-R. Es importante notar que la muestra de latinos en el NCS-R fue de 527 sujetos mientras que la muestra de este último estudio descrito, estuvo conformada por 2.554 individuos.

Amy y colaboradores examinaron la prevalencia de 16 trastornos mentales según el DSM-III en europeo-americanos, africano-americanos, hispanos-americanos y asiático-americanos, en 18.126 residentes de cinco regiones de los EU17. Reportaron una prevalencia de 4,2% para el trastorno en el consumo de drogas a lo largo de la vida en la población hispana, este porcentaje fue menor en hispanos que en europeo-americanos. La prevalencia para abuso y/o dependencia de alcohol para hispanos fue de 16,6%, porcentaje muy similar a lo hallado en europeo-americanos17.

Hallamos dos estudios sobre TCS que emplearon poblaciones latinas de sujetos habitando en sus respectivos países Latinoamericanos, estos estudios implementarón una metodología comparable (aplicando el CIDI y los criterios diagnósticos del DSM-III o DSM-IV). El “Epidemiological Catchment Area Study in the city of Sao Paulo” se realizó en Brasil entre 1994 y 1996 con 1.464 brasileños, y reportó una prevalencia de 16,1% para TCS a lo largo de la vida según el DSM-III18. La segunda investigación, la “Encuesta Mexicana Nacional de Co-morbilidad”, estudió la prevalencia de trastornos psiquiátricos a lo largo de la vida según el DSM-IV, en una muestra probabilística de 5,286 personas no institucionalizadas en la zona urbana de México, mostrando que el 7,8% de la muestra reunieron criterios para TCS en algún momento de sus vidas19.

Diagnóstico dual: esquizofrenia y trastorno en el consumo de sustancias en países ricos

Se ha descrito que los sujetos con enfermedad de EQ tienen un riesgo mayor que la población general de presentar abuso o dependencia de sustancias durante sus vidas5. Múltiples investigaciones muestran elevados porcentajes del TCS asociado a cualquier trastorno metal5,2024, pero pocos estiman específicamente la prevalencia de la comorbilidad de TCS con trastornos psicóticos, y aunque unos lo han analizado, tiene la limitación que fueron desarrollados con pequeñas muestras de la población25,26. Desde que la Organización Mundial de la Salud llevó a cabo un internacional estudio que involucró 1.202 pacientes con EQ provenientes de 9 diferentes países27, pocas investigaciones han sido llevas a cabo empleando una muestra numerosa y usando apropiada metodología para el respectivo diagnóstico.

La alta prevalencia del diagnóstico dual (EQ y TCS) ha sido reportada principalmente en estudios provenientes de los EU y Europa5,21,2830. En el ECA se estimó que el 28,9% de las personas con enfermedad mental tienen TCS a lo largo de la vida, y la EQ fue la tercera enfermedad mental más frecuente comorbida con TCS. El estudio reportó una prevalencia de 47,0% a lo largo de la vida para cualquier abuso o dependencia de sustancias o alcohol co-mórbido en personas con EQ o trastornos esquizofreniformes. El riesgo a lo largo de la vida para desarrollar TCS fue 4,6 veces mayor para personas con EQ que para personas sin trastornos mentales5.

En el NCS-R, se seleccionaron aleatoriamente 2.322 sujetos, a los que se les valoró la prevalencia para TCS comórbido con psicosis no-afectivas, utilizando el DIS, el CIDI, la sección de psicosis del “Structured Clinical Interview for DSM-IV” y los criterios diagnósticos del DSM-IV. La co-morbilidad de psicosis no-afectivas con TCS a lo largo de la vida fue de 26.8% y la prevalencia en el año anterior a la investigación fue de 15,6%31.

En el estudio "Ensayo Clínico de Eficacia de la intervención con Antipsicóticos" (CATIE), realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Los Estados Unidos32, se determinó el TCS en una muestra de 1.460 personas con EQ, mostrando que el 60,3% de ellos presentaban al menos alguna dependencia o abuso de sustancia32. Este estudio fue conducido entre el año 2001 al 2004 en 57 regiones de EU. El diagnóstico de esquizofrenia se basó en el DSM-IV utilizando la revisión de los expedientes médicos y entrevistas con los informantes disponibles. Para el diagnóstico de TCS se utilizó la escala “Structured Clinical Interview”, confirmado con indicadores fisiológicos, muestras de orina o de cabello y entrevistas familiares32.

Por otra parte, Cantor-Graae analizó los estudios publicados entre el año 1990 al 2000 sobre la co-morbilidad de TCS en individuos esquizofrénicos, e incluyó solo aquellos con información diagnóstica de EQ, trastorno esquizoafectivo y TCS, que hubieran contado con al menos una muestra de más de 30 sujetos, no incluyó estudios en los que el criterio utilizado para diagnosticar abuso o dependencia no estaba claramente especificado. En total revisó 47 estudios (10 de Europa, 2 de Canadá y 35 de los EU) que reportaron prevalencias del diagnóstico dual entre el 40% y el 60% a lo largo de la vida33.

Se ha realizado distintas investigaciones sobre el tema en otros países ricos pero como ya ha sido previamente mencionado en esta revisión, tienen la limitación de que fueron efectuados con una muestra reducida de la población y/o además con metodologías diferentes, lo cual imposibilita la comparación20,21,3440. En estos artículos, la co-morbilidad del TCS en individuos con EQ u otras enfermedades psicóticas varía entre 10 a 70%, variación atribuida principalmente a la población analizada, época en que se realizó el estudio, y los instrumentos utilizados20,21,3440.

Existen pocos estudios que comparan la prevalencia del TCS en sujetos con diagnóstico de EQ versus individuos en la población general. En un estudio transversal realizado en Oslo, Ringen Pa comparó 148 sujetos esquizofrénicos o con trastorno bipolar en fase estable con 329 individuos representes de la población general, el estudio mostró una prevalencia de TCS en 59,9% de los pacientes versus 41,7% en la muestra de controles. Los criterios diagnósticos se basaron en el DSM-IV y se evaluó solo trastorno en el consumo de drogas ilícitas no incluyendo alcohol21.

Diagnóstico dual: esquizofrenia y trastorno en el consumo de sustancias, en población latina

Los trastornos psiquiátricos, incluyendo el TCS, son más prevalentes en los EU que en muchas otras partes del mundo41,42. Sin embargo, la mayoría de la información epidemiológica acerca de la comorbilidad de EQ y TCS en población hispana proviene de estudios realizados en los EU.

Montross estudió la base de datos del Sistema de Salud Mental del condado de San Diego (EU) correspondiente al año fiscal 2002 al 2003, para determinar la comorbilidad de TCS en pacientes con EQ y trastorno esquizoafectivo en europeo-americanos, africano-americanos e hispanos. Solo se incluyeron los casos que reunieron criterios de EQ o trastorno esquizoafectivo según el DSM-IV, y que el lenguaje de preferencia fuera inglés o español. El proceso de diagnóstico consistió de los siguientes tres pasos: 1) clínicos con un nivel de maestría condujeron una evaluación diagnóstica, 2) clínicos supervisores confirmaron o corrigierón el diagnóstico mediante conferencias, 3) el equipo de psiquíatras a cargo del tratamiento confirmaron definitivamente el diagnóstico. La muestra final fue de 6.424 sujetos, de los cuales 1.362 eran latinos. Se definió comorbilidad como el diagnóstico de EQ o trastorno esquizoafectivo más la presencia de TCS, no se estudió la prevalencia de la dualidad a través de la vida. Encontraron que los afro-americanos presentaron la mayor prevalencia (25%), seguido por los europeo-americanos (22%) y por último los latinos (19%). Además reportaron que los latinos con el inglés como primer idioma tenían un riesgo de presentar diagnóstico dual 1,7 veces mayor que los latinos en quienes el español era su lengua materna23

En el “Mexican American Prevalence and Services Survey”, Vega y colaboradores describieron la prevalencia de síntomas psicóticos putativos que se expresaban independientemente de cualquier trastorno psiquiátrico, y la co-ocurrencia con trastornos psiquiátricos comunes como depresión, ansiedad y TCS a través de la vida43. El instrumento diagnóstico fue el CIDI usando los criterios diagnósticos del DSMIII- revisado. Las entrevistas se realizaron personalmente a 3.012 mexicano-americanos residentes en Fresno, California (EU), entre el año 1995 a 1996, la muestra fue seleccionados de forma probabilística estratificada. Los investigadores mostraron que 23% de los inmigrantes y 49% de los sujetos nacidos en los EU presentaron al menos un síntoma o signo de psicosis comorbido con TCS. Esta diferencia se mantuvo también en el caso de las personas con diagnóstico de TCS pero que no asociaron ningún síntoma o signo de psicosis, con una prevalencia de 4% para los inmigrantes y de 16% para aquellos nacidos en los EU43. Los autores concluyen que el TCS tiene mayor prevalencia en aquellas personas que presentan síntomas psicóticos putativos comparado con aquellos que no presentan estos síntomas, y que los mexicanos nacidos en los EU tienen mayor prevalencia de presentar TCS que los mexicanos inmigrantes43

En cuanto a estudios desarrollados en países de Latinoamérica, solo encontramos dos investigaciones, una proviene de Brasil y el otro es un estudio multicéntrico que incluyó Centroamérica (Costa Rica y Guatemala), México y los EU (San Antonio, Texas, Los Angeles y San Diego, California). En el estudio desarrollado en Brasil, mediante revisión del expediente médico, se reclutaron los pacientes que reportaron enfermedad mental severa y que asistieran al servicio de salud pública de la ciudad de Sao Pablo al menos una vez entre el 1 de septiembre al 30 de noviembre de 1997. Se seleccionaron los pacientes con psicosis funcional, definido en esa investigación como los individuos que reunieron criterios según la “Clasificación Internacional de Enfermedades”, décima edición, para psicosis no afectivas, trastorno bipolar o trastorno depresivo con síntomas psicóticos. El patrón de uso de sustancias y los síntomas de abuso y dependencia fueron valorados solo durante el año previo a la entrevista mediante el “Schedule for Clinical Assessment in Neuropsychiatry”. Ellos concluyen que la prevalencia de TCS con psicosis funcional fue de 10,4%, siendo para el abuso o dependencia de alcohol de 7.3% y para sustancias ilegales o no prescriptas de 4,7%26.

La otra investigación desarrollado en países latinos es un estudio que que tiene las fortalezas de haber sido multicéntrico, desarrollado en America Central (Costa Rica y Guatemala), México y los EU (San Antonio, Texas, Los Angeles y San Diego, California) en el mismo período de tiempo, utilizando una muestra condiderable de sujetos con EQ, además aplicó entrevistas estandarizadas conducidas por psiquíatras, y el método para diagnosticar fue el mismo en las tres regiones, valorando los participantes sistemáticamente utilizando para ello el proceso de mejor estimado44, proceso basado en el DSM-IV para adjudicar los diagnósticos a lo largo de la vida de cada participante45. Este estudio incluyó una muestra total de 518 latinos con EQ, de ellos el 23,4% presentó comorbilidad con TCS. Cuando fue comparada la frecuencia de esta comorbilidad entre los diferentes países, se demostró que los EU fue el país con la mayor frecuencia y que los hombres mexicanos que inmigraron hacia los EU presentaron en mayor número esta comorbilidad comparado con aquellos que nunca abandonaron su país de origen (México) 44.

Características Sociodemográficas

La descripción de las características sociodemográficas de los sujetos portadores del diagnóstico dual proviene principalmente de los estudios realizados en los EU y Europa. En forma consistente, el diagnóstico dual se encuentra más en hombres, desempleados, que nunca se casaron y con menos años de escolaridad21,31,32,34,36,37,44,46.

En hispanos, Montross demostró que los predictores de la comorbilidad son el ser hombre, indigente y tener inglés como primera lengua; las variables empleo y nivel educativo no se asociaron significativamente con la comorbilidad23. Los estudios realizados en países latinos mostrarón; en Brasil, la mayoría de los sujetos portadores de diagnóstico dual fueron solteros, con bajo nivel de escolaridad y de género masculino26. Por otro lado Jiménez-Castro en la investigación multicéntrica evidenció que el ser hombre, el desempleo y la immigración de Mexicanos hacia EU fuerón factores de riesgo para presentar el diagnóstico dual44. También en este último estudio se concluyó que el episodio y/o síndrome depresivo se asocia con la co-morbilidad de EQ y TCS44, riesgo señalado previamente por otros autores en otras poblaciones47,48.

Consecuencias de la comorbilidad

Es bien conocido que el TCS tiene un impacto negativo en el curso de la enfermedad mental49. Los individuos con esta comorbilidad tienen una evolución más tórpida, pobre pronóstico, más re-hospitalizaciones, mayor no-adherencia al tratamiento, mala respuesta a los neurolépticos, más síntomas positivos, más disturbios afectivos, y más conductas violentas, trastornos de la conducta, suicidio y severidad de los síntomas depresivos20,28,5054. En los EU, aproximadamente el 10 al 20% de las personas con diagnóstico dual tiene largos períodos en que viven en la calle55. Un estudio demostró que los pacientes indigentes con trastorno psicótico tenían como factor clave para la indigencia el consumo de sustancias57. Por su parte el departamento de Salud Mental de California encontró que el crimen violento era 62 veces mayor en contra de personas con diagnóstico dual que para la población general57.

Al comparar pacientes con diagnóstico dual y con solo EQ, Soyka y colaboradores encontraron que los pacientes con diagnóstico dual reportan más síntomas positivos especialmente alucinaciones, mayor desrealización, despersonalización, ambivalencia, desesperanza, delincuencia, agresividad, delirios repentinos más intensos, y más intentos previos de suicidio. Además son poco colaboradores y tienen menor conciencia de su enfermedad29. Estos hallazgos se replicaron en el CATIE, que describe en los sujetos con diagnóstico dual mayor indigencia, problemas de conducta cuando niños, historia de depresión mayor y la presencia de más síntomas positivos30.

Conclusiones

El TCS es más frecuente en individuos con EQ que en la población general en todos los países estudiados. El mecanismo que contribuye para la alta comorbilidad de EQ y TCS aún no está claro. Existen diferencias en la prevalencia del diagnóstico de TCS por sí solo o en co-morbilidad con EQ entre poblaciones. Se documenta mayor prevalencia de diagnóstico dual en los pacientes nacidos en los EU y en latinos que inmigran hacia los EU comparado con latinos que habitan en su propio país. Se desconoce porque la prevalencia es menor en latinos. Se ha sugerido que se puede deber a factores protectores en la infancia y al control que las familias latinas ejercen sobre el individuo58,59, pero sigue sin conocerse con certeza la causa. De igual forma la mayor prevalencia de diagnóstico dual en los latinos inmigrantes se ha sugerido podría ser influenciada por la aculturización hacia los EU. Siendo probablemente una de las consecuencia de la adaptación social y parte del cambio cultural que conlleva el inmigrar hacia los EU59,60.

Investigaciones han señalado consistentemente que las personas con un diagnóstico dual tienen más consecuencias negativas al compararlos con aquellos sujetos que solo poseen EQ, y que el género masculino ha sido asociado con la comorbilidad.

Los objetivos de la presente revisión fueron presentar las publicaciones incluyendo los más importantes estudios epidemiológicos que se han generado alrededor del mundo sobre el tema de TCS en comorbilidad con EQ, con un especial enfoque en la población Latina, población carente de estudios epidemiológicos propios. Además de puntualizar la alta prevalencia y los factores sociodemográficos asociados a este diagnóstico dual, así como el impacto en la sociedad y en las personas que la padecen. Nuestro interés es que una vez conociendo estos antecedentes se trabaje en una mejor detección y prevención de esta comorbilidad, y se le otorgue la importancia que amerita en el campo de salud pública. Además deseamos estimular el desarrollo de futuros estudios evocados a investigar la comorbilidad de EQ y TCS como una función de etnicidad, y asi ir elucidando los factores que inciden en la proteccion de los latinos ante este diagnóstico dual.

Agradecimiento

Este estudio fue respaldado con el Grant de entrenamiento número D43 TW06152-01 del Instituto Nacional de Salud-Centro Internacional Fogarty. El cual apoyo a la Dra. Lorena Jiménez–Castro para sus estudios posdoctorales.

Abreviaturas

CIDI

Composite International Diagnostic Interview

DIS

Diagnostic Interview Schedule

DSM-III

Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 3rd edition

DSM-IV

Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 4th edition

ECA

Epidemiologic Catchment Area

EQ

esquizofrenia

EU

Estados Unidos

NCS

Nacional Comorbidity Survey

NCS-R

Nacional Comorbidity Survey Replication

NESARD

National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Disorders

TCS

Trastorno en el Consumo de Sustancias

Footnotes

No Conflicto de interés: No se utilizaron fondos provenientes de compañías farmacéuticas para la conducción de este estudio. Los investigadores no reportan conflictos de interés.

Palabras clave: Diagnóstico dual, comorbilidad, esquizofrenia, trastorno en el consumo de sustancias, poblaciones latinas, latinos.

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