A 40 años de Alma-Ata, la implementación de la Estrategia para el Acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud (1) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) -conocida como Salud Universal-, se posiciona como la principal herramienta para alcanzar la salud para todos en el siglo XXI. Los países de la Región de las Américas han avanzado en mayor o menor medida en esta vía, y desde 2014 un número significativo de ellos ha definido hojas de ruta y dispuesto marcos para monitorear y evaluar su camino hacia la Salud Universal. Cuba es uno de los países que muestra mayores avances en este sentido; de ahí la importancia de conocer mejor su experiencia tanto en la construcción de su Sistema Nacional de Salud (SNS) como en el alcance de sus logros.
Los éxitos de Cuba en materia de salud son reconocidos mundialmente y dan cuenta de un nivel de compromiso consecuente y sistemático con el desarrollo de la salud por parte de las más altas autoridades de ese país desde 1959. Conocer (y entender mejor) cuáles han sido las políticas públicas que se han desplegado desde el sector, qué programas han tenido mayor éxito en alcanzar los indicadores de salud que ostentan hoy los cubanos y cómo la orientación intersectorial y el enfoque de atención primaria en salud han sido claves en alcanzar los logros de hoy en día es determinante para obtener lecciones que puedan ser útiles y aporten reflexión y definiciones a otros países que avanzan hacia la Salud Universal.
Este suplemento especial de la Revista Panamericana de Salud Pública presenta la experiencia cubana a lo largo de los 60 años de construcción de su SNS, identifica lecciones aprendidas y permite comprender mejor cuáles son las orientaciones actuales y los desafíos para mantener lo alcanzado, proyectar nuevos logros y continuar profundizando un modelo centrado en las personas, las familias y las comunidades, con gratuidad en el punto de entrada, calidad en la atención, e intersectorialidad y participación comunitaria.
Con una esperanza de vida al nacer de 78,4 años en 2016, una mortalidad infantil de 4,6 por 1 000 nacidos vivos, la eliminación de 11 enfermedades inmunoprevenibles y de la malaria a principios de los años setenta y, más recientemente, el haber sido el primer país del mundo en certificar la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH/sida y la sífilis congénita, Cuba constituye un caso de estudio de alto interés para todos. La resiliencia de su SNS, su capacidad para prepararse y responder a emergencias y brotes epidémicos, la presencia de más de 48 000 colaboradores de salud en 62 países, las destacadas intervenciones de Cuba en situaciones de emergencia como la enfermedad del Ébola en el oeste de África en 2014 o en los terremotos de Ecuador en 2016 y México en 2017 -por nombrar solo algunos ejemplos-, y el haber graduado más de 28 000 médicos de más de 100 países, son todos elementos que redundan en la trascendencia de la experiencia cubana en el avance hacia la Salud Universal y reiteran la importancia de conocer mejor cómo se alcanzaron esos logros.
Los valores que estructuran el SNS cubano son coincidentes con los que promueve la OPS y apuntan a la solidaridad, la equidad y el derecho a la salud. Uno de los aspectos clave en la construcción del SNS y en el alcance de sus logros es la voluntad política para priorizar a la salud en la estrategia de desarrollo humano. Esta priorización se refleja en un gasto público muy por encima del 6% que recomienda la OPS y que pone a Cuba entre los pocos países de la Región que alcanzan ese indicador. Mantener una mirada innovadora para solucionar los problemas objetivos de falta de recursos humanos, materiales y financieros que ha enfrentado Cuba en su historia reciente es sin lugar a dudas otro aspecto fundamental del éxito de este país en el área de la salud. Pero quizás la característica más fundamental del SNS cubano tiene que ver con su enfoque de atención primaria de la salud, que le permite centrarse en las personas y las familias, proyectándose territorial e intersectorialmente hacia la comunidad, organizando los servicios que se ofrecen a la población en redes integradas, con un primer nivel resolutivo que llega a todos los rincones del país, y asegurando la disponibilidad de servicios integrales de calidad para responder a las necesidades de la población dentro de un marco amplio de políticas públicas que abordan los determinantes sociales y medioambientales de la salud.
Este suplemento especial presenta experiencias y lecciones desde Cuba en un momento decisivo en que la Región de las Américas se posiciona para ser la primera región del mundo en alcanzar la Salud Universal. No se trata de que otros países copien las soluciones de Cuba, sino de que estas sirvan de inspiración en lo que es un camino largo y complejo para alcanzar la salud para todos con equidad sin dejar a nadie atrás o, dicho en pocas palabras, alcanzar la Salud Universal.
Footnotes
Forma de citar Etienne CF. Cuba hacia la Salud Universal. Rev Panam Salud Publica. 2018;42:e64. https://doi.org/10.26633/RPSP.2018.64
REFERENCIAS
- 1.Organización Panamericana de la Salud Resolución CD53.R14: Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud. Disponible en: http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/7652/CD53-R14-s.pdf?sequence=4&isAllowed=y.