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. 2018 May 11;42:e72. [Article in Spanish] doi: 10.26633/RPSP.2018.72

Distribución de la fuerza de trabajo en enfermería en la Región de las Américas

Distribution of the nursing workforce in the Region of the Americas

Distribuição de pessoal de enfermagem na Região das Américas

Silvia Helena De Bortoli Cassiani 1,, Maria Cristina Hoyos 1, Maynara Fernanda Carvalho Barreto 1, Katie Sives 1, Fernando Antonio Menezes da Silva 1
PMCID: PMC6386067  PMID: 31093100

RESUMEN

Objetivo.

Describir la distribución de la fuerza de trabajo de enfermería en países de la Región de las Américas y relacionar el número de recursos humanos en enfermería con las tasas de mortalidad materna.

Métodos.

Análisis descriptivo y exploratorio de 27 países de la Región. Las variables del estudio fueron la proporción de profesionales por país y subregión, la categoría profesional y la razón de enfermero-médico. Se utilizó la proporción de mortalidad materna, que es un indicador general de salud de la población, para analizar la relación con el cuantitativo de los enfermeros. Se analizaron la distribución de frecuencias y la densidad del recurso humano de enfermería por país y subregión.

Resultados.

La distribución de enfermería es heterogénea. Existen países con más de 80 enfermeros por 10 000 habitantes y otros con menos de cinco profesionales por 10 000 habitantes. En 34,1% de los países, la relación enfermero-médico es menor a uno. Se observan diferencias en la distribución de personal de enfermería por región, subregión y al interior de país.

Conclusiones.

En varios países, el número de enfermeros por habitantes es menor a lo esperado. La mayoría de los países muestran un retraso importante en la relación del número de enfermeros licenciados respecto al personal técnico y auxiliar. Es necesario implementar iniciativas para aumentar el número de enfermeros licenciados en toda la Región.

Palabras clave: Fuerza de trabajo, recursos humanos, personal de enfermería, Américas


La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) consideran la fuerza de trabajo en salud como uno de los principales componentes en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de la estrategia del acceso y cobertura universal de salud (1, 2).

Es necesario que la distribución de los recursos humanos sea adecuada, que exista un número de profesionales de la salud activos suficiente y con las competencias necesarias para fortalecer los sistemas de salud y expandir la atención primaria, y contribuir así a que los países alcancen la cobertura universal de salud (3, 4).

Las estadísticas de los últimos cinco años muestran un déficit mundial de 12,9 millones de profesionales (4-6) de los cuales, según la OMS, aproximadamente 4,3 millones corresponden a médicos y enfermeros (7, 8).

Los cambios en la dinámica poblacional y demográfica, el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas son factores que impactan en la fuerza de trabajo (9).

En la mayoría de los países, la concentración de profesionales en áreas urbanas y en los servicios de atención terciaria de salud resultan en una fragilidad en la atención primaria a la salud (APS) y puede estar relacionada con la mala distribución de la fuerza de trabajo y la migración de los recursos humanos en salud (8, 10) que afectan, sobre todo, a las regiones más pobres y remotas (9, 11).

Ante esta situación, se han puesto en marcha estrategias que inciten a los gobiernos y a las organizaciones a mejorar las condiciones laborales de los recursos humanos para la salud, a capacitarlos y retenerlos de manera eficaz y a disponer del número adecuado de personal (4, 12).

La OPS/OMS busca ampliar el acceso equitativo al personal sanitario, fortalecer la rectoría y la gobernanza, aumentar y mejorar el financiamiento con equidad y eficiencia (13) y potenciar y guiar las políticas nacionales de recursos humanos de los países de la Región, con el fin de subsanar la escasez de personal sanitario y mejorar su distribución geográfica (14). Insta a los países a planificar el personal de salud y a establecer mecanismos para contener la migración y la mala distribución de estos profesionales (15).

La distribución adecuada de la fuerza de trabajo es fundamental para el avance de la salud universal y la atención segura y de calidad. El número y la calidad de los profesionales presentan una asociación positiva con la cobertura de la inmunización, al alcance de la atención primaria, y con la supervivencia materna e infantil (7, 8).

En términos cuantitativos, un aumento de 10% de la fuerza de trabajo en salud se relaciona con una disminución de aproximadamente 5% en la mortalidad materna. La literatura científica evidencia que un incremento en la distribución y densidad de los recursos humanos y el fortalecimiento de los sistemas de salud favorecen la disminución de la tasa de mortalidad materna (8). Estudios recientes (16-18) han explorado esta asociación, tomaron los indicadores que muestran fortaleza de los sistemas de salud y desarrollaron análisis exploratorios entre desenlaces de salud pública como mortalidad materna y los indicadores potenciales de fortalecimiento de sistemas de salud y la densidad del recurso humano en salud.

En este sentido, si se tiene en cuenta que la enfermería representa la mayor categoría en la fuerza de trabajo en salud, es necesario estimar el número de sus profesionales para apoyar las decisiones y la gestión de los servicios, y alcanzar la cobertura de salud universal (19-21).

El personal de enfermería de la Región de las Américas está conformado por profesionales según su formación: a) enfermeros licenciados, b) tecnólogos, técnicos de enfermería, y c) auxiliares y asistentes básicos de enfermería.

Los enfermeros licenciados también conocidos como enfermeros registrados o, simplemente, enfermeros, tienen una formación universitaria de cuatro o cinco años. Los tecnólogos de enfermería tienen una educación secundaria y hasta tres años de formación profesional o educación técnica. En algunos países, se los denomina como técnicos de nivel superior, en cuyo caso realizan tres años de formación universitaria. Los técnicos de enfermería tienen de dieciocho meses hasta tres años de formación de nivel medio, y los auxiliares o asistentes básicos de enfermería poseen una educación básica de doce a dieciocho meses de capacitación formal, con una carga horaria de 900 a 1 800 horas de curso. El tiempo de formación está relacionado con las responsabilidades y las competencias técnico-científicas de cada categoría profesional en la prestación de los cuidados de salud.

Los objetivos del presente estudio son describir la distribución de la fuerza de trabajo de enfermería en la Región de las Américas, en términos cuantitativos y según la formación profesional, y relacionar el número de enfermeros con las tasas de mortalidad materna por países de la Región.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un análisis descriptivo y exploratorio de 27 países de la Región de las Américas, con los datos numéricos disponibles acerca de la fuerza de trabajo de enfermería. Las variables del estudio fueron: a) la proporción de profesionales por país y subregión (número de enfermeros por cada 10 000 habitantes en una población, para un año dado, en un determinado país o territorio), b) la categoría profesional, y c) la razón enfermero-médico (proporción de enfermeros dividida por la proporción de médicos).

En cuanto a la fuente de datos, la proporción de enfermeros por cada 10 000 habitantes (hab) como un indicador general del nivel de salud de la población, la razón enfermero-médico, y la proporción de mortalidad materna por 100 000 nacidos vivos se obtuvieron a través de la Plataforma de Información en Salud de las Américas (PLISA) (22) de la OPS/OMS que mantiene un conjunto de datos públicos agregados en la plataforma.

Para conocer la distribución por categoría profesional, se realizaron una serie de seminarios virtuales, sobre la “Contribución de la enfermería en la Región de las Américas y su potencial” presentados por enfermeros pertenecientes a los diferentes ministerios de salud de los países y asociaciones de enfermería o universidades. En estos seminarios, se recolectaron datos de 27 (77%) de los 33 países de la Región. El Programa de Enfermería y Técnicos en Salud de la OPS/OMS organizó los encuentros, que se transmitieron en modalidad virtual por las salas WEBEX entre los años 2015 y 2017. Asimismo, se utilizaron datos de la fuerza de trabajo en enfermería disponibles en las páginas virtuales oficiales de los ministerios de salud o de otras organizaciones gubernamentales. La recolección de esta información se realizó a través de una base de datos, donde se consignaron las variables proporcionadas por país. Todos los registros fueron manejados con criterios de confidencialidad y seguridad. La información consignada fue verificada, se utilizaron filtros y se ingresaron los datos por doble entrada.

Se calcularon las medianas por región y se compararon las diferencias entre las medianas de los grupos. Se utilizó la prueba de Kruskal-Wallis para comparar si estas diferencias eran significativas (P < 0,05). Para el procesamiento de los datos y la construcción del cuadro y las figuras, se utilizaron los programas Excel®, ArcGis 10®, Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 21® y Data Analysis and Statistical Software (STATA) versión 12®.

El estudio atendió las normas internacionales de ética en investigación. Al tratarse de un análisis de datos secundarios, no fue necesario someterlo al Comité de Revisión Ética de la OPS/OMS.

RESULTADOS

De los 27 países incluidos, la cantidad total del personal de enfermería fue de 9 655 748 profesionales, hasta octubre de 2017. De estos, 47,1% (n = 4 545 509) son enfermeros licenciados; 27% (n = 2 606 551) son tecnólogos y técnicos, y 25,9% (n = 2 503 688) son auxiliares de enfermería.

En el cuadro 1 se presenta la razón enfermero-médico y la densidad de profesionales agrupados por país, subregión y categoría profesional. Los datos están divididos en ocho subregiones: América del Norte, México, Centroamérica, Área andina, Brasil, Cono Sur, Caribe latino y Caribe no latino. Debido a su tamaño poblacional, Brasil y México se analizaron por separado, tal como lo organiza la OPS/OMS en su publicación sobre los indicadores básicos de la situación de salud en las Américas (22).

CUADRO 1. Densidad de personal de enfermería y razón enfermero-médico en la Región de las Américas, 2017.

Subregión/país (último año disponible) Número de enfermeros por 10 000 haba Razón enfermero/médicoa Enfermeros licenciados Tecnólogos y técnicos Auxiliares y ayudantes Total
n % n % n %
América del Norte 110,90 4,30 3 612 842 58,8 985 097 16,0 1 545 200 25,2 6 143 139
Estados Unidos de América (2012) 111,40 4,30 3 316 111 58,2 832 619 14,6 1 545 200 27,2 5 693 930
Canadá (2013) 106,40 4,30 296 731 66,1 152 478 33,9 0 0,0 449 209
México (2011) 25,10 1,18 120 603 33,4 201 165 55,7 39 671 11,0 361 439
Centroamérica 8,90 0,80 34 463 35,5 36 444 23,7 36 946 40,9 108 053
Belice (2012) 11,10 0,70 943 79,6 0 0,0 241 20,4 1 184
Costa Rica (2014) 24,40 1,07 16 640 55,9 6 276 21,1 6 864 23,0 29 780
El Salvador (2014) 11,20 0,70 5 451 18,4 17 810 60,1 6 361 21,5 29 622
Guatemala (2014) 6,00 0,80 2 212 16,4 0 0,0 11 308 83,6 13 520
Honduras (2013) 3,80 0,40 1 486 18,2 0 0,0 6 667 81,8 8 153
Nicaragua (2014) 6,30 0,70 2 593 29,4 1 909 21,6 4 322 49,0 8 824
Panamá (2014) 13,60 0,85 5 138 30,3 10 649 62,8 1 183 7,0 16 970
Área andina 10,10 0,70 146 327 31,2 60 856 13,0 261 286 55,8 468 469
Bolivia (2013) 5,10 0,57 2 013 58,8 0 0,0 1 409 41,2 3 422
Colombia (2014)b 10,80 0,58 50 548 17,3 0 0,0 241 621 82,7 292 169
Ecuador (2014) 10,10 0,50 16 931 48,1 0 0,0 18 256 51,9 35 187 137
Perú (2014) 12,70 1,07 76 835 55,8 60 856 44,2 0 0,0 691
Brasil (2011) 7,10 0,47 471 924 23,8 1 081 610 54,6 427 125 21,6 1 980 659
Cono Sur 14,80 0,60 81 555 17,3 216 877 46,1 171 911 36,6 470 343
Argentina (2015) 4,24 0,56 19 729 11,0 73 373 41,0 86 073 48,0 179 175
Chile (2014) 22,00 1,02 35 670 16,9 129 116 61,1 46 682 22,1 211 468
Paraguay (2013) 14,60 0,92 19 980 40,0 14 388 28,8 15 550 31,2 49 918
Uruguay (2015) 18,90 0,39 6 176 20,7 0 0,0 23 606 79,3 29 782
Caribe latino 34,90 1,10 69 722 62,6 24 302 21,8 17 379 15,6 111 403
Cuba (2014) 81,30 1,06 64 722 72,0 24 302 27,0 879 1,0 89 903
República Dominicana (2014) 3,80 0,18 4 000 21,1 0 0,0 15 000 78,9 19 000
Haití (2013) 3,50 1,52 1 000 40,0 0 0,0 1 500 60,0 2 500
Caribe no latino 21,30 1,50 8 073 65,9 0 0,0 4 170 34,1 12 243
Barbuda (2012) 44,00 2,00 900 68,6 0 0,0 411 31,4 1 311
Guyana (2010) 10,10 1,50 871 55,3 0 0,0 703 44,7 1 574
Jamaica (2013) 11,40 1,20 3 185 82,5 0 0,0 674 17,5 3 859
Suriname (2012) 18,60 1,81 1 104 53,2 0 0,0 973 46,8 2 077
Trinidad y Tabago (2011) 35,10 1,30 2 013 58,8 0 0,0 1 409 41,2 3 422
Total 50,60 2,40 4 545 509 47,1 2 606 551 27,0 2 503 688 25,9 9 655 748
a

Enfermeros: en ese caso específico, son considerados los enfermeros registrados o licenciados y técnicos de enfermería tal como se presentan en la Plataforma de Información en Salud de las Américas (PLISA) de la OPS/OMS.

b

No registran los datos discriminados para el número de técnicos y tecnólogos en enfermería. Este es el informe del número de auxiliares, técnicos y tecnólogos combinados para Colombia.

Fuentes: Plataforma Plisa (22); páginas virtuales oficiales de los ministerios de salud y otras organizaciones gubernamentales (23-31).

El número de enfermeros (licenciados o registrados y técnicos de enfermería) por 10 000 hab varía desde 3,5 (Haití) hasta 111,4 (Estados Unidos de América, EEUU) y la mediana es de 10,4 enfermeros por 10 000 hab. En el cuadro 1 se observa que, en la mitad de los países, el índice de enfermeros por 10 000 hab es menor o igual a 10,4. No obstante, existe una variación amplia y cabe considerar que EEUU (111,4), Canadá (106,2) y Cuba (81,3) tienen la mayor proporción de enfermeros por 10 000 hab.

Los países de la subregión Centroamérica tienen 14 enfermeros o menos por 10 000 hab, con excepción de Costa Rica donde hay 24 enfermeros por 10 000 hab. En la subregión andina y el Cono Sur, la proporción es de alrededor de 20 por 10 000 hab, y al menos la mitad de los países ubicados en ambas zonas están por debajo de 10 por 10 000 hab.

Para el caso del Caribe no latino, se observa una mayor distribución y una más amplia proporción de enfermeros licenciados en comparación con los otros profesionales. Por otra parte, se observa una distribución similar a las otras subregiones, con excepción de Cuba, que cuenta con 81,3 enfermeros por cada 10 000 hab, de los cuales 72% son licenciados.

América del Norte, con Canadá y EEUU, muestra la densidad más alta de enfermeros, y más de 60% de la fuerza de trabajo en enfermería corresponde a enfermeros licenciados o registrados.

En cuanto a la relación enfermero-médico, 55,6% (n = 15) de los países presentan menos de un enfermero por médico; 37% (n = 10) de uno hasta tres enfermeros por médico, y 7,4% (n = 2) tres o más enfermeros por médico. Esta relación varía entre las subregiones y al interior de las ellas. En América del Norte, la relación es de 4,3 enfermeros por médico. En los países de la subregión andina y el Cono Sur, hay más médicos que enfermeros. En los países de América del Norte y del Caribe no latino, el número de enfermeros supera al de los médicos. En las demás subregiones, existen más médicos que enfermeros.

En la figura 1 se muestran las medianas de la densidad de enfermeros por subregión. El Caribe latino muestra una variabilidad mayor, con una mediana de 61,2 enfermeros por 10 000 hab y rangos que varían desde 3,5 enfermeros en Haití, hasta 81,7 y 81,3 enfermeros por 10 000 hab en Cuba y Martinica, respectivamente. La mediana de la subregión andina es de 10,1 enfermeros por 10 000 hab y la del Cono Sur, de 16,7. El Caribe no latino tiene una densidad de 33,6 enfermeros por 10 000 habitantes.

FIGURA 1. Medianas, rango intercuartílico de la densidad de enfermeros por cada 10 000 hab por subregión.

FIGURA 1

Fuentes: Plataforma Plisa (22); páginas virtuales oficiales de los ministerios de salud y otras organizaciones gubernamentales (23-31).

Las diferencias entre medianas de los países agrupados por región presentaron una heterogeneidad en la densidad de enfermeros por 10 000 hab (P = 0,002).

En cuanto a la cantidad de enfermeros licenciados, Canadá, EEUU y Cuba suman 80,9% del total de la Región. De esta manera, tres países de la Región concentran la mayoría de los enfermeros licenciados.

En la mayoría de los países, el número de tecnólogos, técnicos y auxiliares supera al de los enfermeros licenciados, lo cual muestra que hay más inversión en la formación y mercado laboral para profesionales de esos niveles (figura 2).

FIGURA 2. Proporción de enfermeros licenciados, tecnólogos técnicos y auxiliares de enfermería por país y subregión.

FIGURA 2

Fuentes: Plataforma Plisa (22); páginas virtuales oficiales de los Ministerios de Salud y otras organizaciones gubernamentales (23-31).

Es evidente la diversidad, donde destaca que países del Caribe latino y del Caribe no latino tienen la mayor proporción de enfermeros licenciados respecto a las demás categorías de enfermería, con excepción de la República Dominicana donde, junto con Argentina, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, solo alrededor de 20% de la fuerza laboral en enfermería conformada por enfermeros licenciados. Belice, Cuba y Jamaica, por el contrario, tienen la mayor proporción de enfermeros licenciados con respecto a las demás categorías de personal de enfermería.

En la Región se observa una distribución desigual del personal de enfermería por país y subregión. Al interior de los países existen diferencias en la densidad de los profesionales, es decir, coexisten zonas o áreas con mayor número de personal de enfermería, con otras caracterizadas por un bajo número.

Para ejemplificar la diferencia de la densidad de personal de enfermería dentro de un país, se realizó un análisis con datos desagregados por estado y por categoría profesional de un país (figura 3). Brasil fue seleccionado por poseer el mayor número de escuelas de enfermería en la Región, con datos completos y actualizados por estado, lo cual facilitaba el análisis.

FIGURA 3. Densidad de recurso humano en enfermería de Brasil, por estado, 2017.

FIGURA 3

Fuente: Conselho Federal de Enfermagem (COFEN), 2017 (28).2

Los datos muestran un total de 1 998 109 profesionales de enfermería, de los cuales 476 754 (23,8%) son enfermeros licenciados, 1 094 091 (54,8%) son técnicos de enfermería y 426 933 (21,4%) son auxiliares de enfermería.

La proporción de enfermeros licenciados por 10 000 hab en los estados varía de 39,9 (Distrito Federal, DF) hasta 12,7 (Pará, PA). La relación de licenciados con respecto a otros profesionales también es desigual y en la mayoría de los estados se encuentra una proporción de dos licenciados por cada ocho técnicos o auxiliares de enfermería.

La variación de los técnicos de enfermería es de 112,1 (Amapá, AP) hasta 33,9 técnicos por 10 000 hab (Alagoas, AL). En relación con los auxiliares de enfermería, la variación es de 42,7 en São Paulo (SP), hasta 6 en el estado de Maranhão (MA). La discrepancia entre el número de enfermeros por estado pone de manifiesto la desigualdad numérica y el déficit de profesionales para atender la demanda de la población y los servicios de salud con la calidad y la seguridad necesarias.

En cuanto a la relación entre la densidad de enfermeros por habitantes y el índice de mortalidad materna, (figura 4) se observa que EEUU y Canadá, con más de 100 enfermeros por 10 000 hab, presentan una mortalidad de cinco mujeres por cada 100 000 nacidos vivos, contrastando con Bolivia, Honduras y Nicaragua con menos de 10 enfermeros por cada 10 000 hab, con una tasa superior a 100 por cada 100 000 nacidos vivos. El análisis exploratorio mostró que los países con mayor densidad de enfermeros por población presentaron menor índice de mortalidad materna.

FIGURA 4. Enfermeros por 10 000 habitantes e índice de mortalidad materna por cada 100 000 nacidos vivos.

FIGURA 4

Fuentes: Plataforma Plisa (22), páginas virtuales oficiales de los Ministerios de salud y otras organizaciones gubernamentales (23-31).

DISCUSIÓN

Los países de la Región de las Américas analizados en ese estudio presentan un patrón de distribución heterogéneo con respecto a la densidad de profesionales de la salud, con rangos que varían desde 3,5 enfermeros por 10 000 hab en Haití, hasta más de 100 en EEUU y Canadá.

Las diferencias entre la densidad del personal en los países y al interior de cada uno de ellos se deben al mercado laboral, a la oferta de programas de formación de enfermeros y los incentivos financieros y no financieros ofertados entre las regiones, ciudades y estados. La inversión que hacen algunos países para contratar auxiliares de enfermería se origina en las políticas nacionales, ya que se trata de un profesional que recibe un sueldo menor, con una formación más limitada y con menor calificación profesional que los demás (32).

Al comparar los países de la Región con aquellos que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), se observa que EEUU y Canadá poseen una tendencia similar a la de Alemania, Australia, Dinamarca, Finlandia, Japón, Noruega y Suiza, donde existen entre 100 y 170 enfermeros por 10 000 hab. Cuba y algunas islas del Caribe presentan una proporción similar a la del Reino Unido y Nueva Zelanda, con un rango de entre 80 y 100 enfermeros licenciados por 10 000 hab. Barbuda, Costa Rica, Chile, México, Suriname, Trinidad y Tabago y Uruguay muestran una tendencia similar a la de Turquía, con un rango de 19 a 40 enfermeros por 10 000 habitantes. En Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay y República Dominicana, se encontró una proporción inferior a los números de otros países como Corea del Sur, España e Israel, que poseen un rango de 40 a 60 enfermeros por 10 000 habitantes (33).

En la mayoría de los países de la Región, aproximadamente 70% de la fuerza de trabajo de enfermería está conformada por tecnólogos, técnicos y auxiliares de enfermería. En algunos países, la relación es de dos enfermeros licenciados por cada ocho técnicos, tecnólogos y auxiliares de enfermería. Es clara la necesidad de aumentar la proporción de los enfermeros licenciados respecto al resto del recurso humano en enfermería en la Región, para fortalecer los servicios, la calidad de la atención a la salud y la seguridad de los pacientes (34, 35).

Se observa que la distribución del personal médico y de enfermeros varía según el país: Argentina, Cuba, Islas Caimán y Uruguay tienen la mayor proporción de médicos por población, con rangos de 40 a 70 por cada 10 000 hab. En la región de África, la relación es de ocho enfermeros por cada médico. Al comparar con otras regiones, se observa que en el Pacífico Occidental la proporción es de 1,5 enfermeros por cada médico (36). Cabe recordar que, según las metas regionales de recursos humanos para salud y los desafíos de Toronto (2006-2015), la meta propuesta por la OPS/OMS para la razón enfermero-médico es de, al menos, un enfermero por cada médico (37, 38). Quince países (34%) de la Región aún no cumplen esa meta.

El análisis exploratorio de este estudio sobre la mortalidad materna y el número de enfermeros son congruentes con la literatura científica. La OMS ha presentado relación entre la densidad de los trabajadores de salud y su impacto en la reducción de la mortalidad materna (7, 8, 16, 17). Además, estudios realizados en EEU y en algunos países de Europa mostraron que, a medida que el número de enfermeros licenciados aumenta, hay una disminución de la mortalidad hospitalaria (39, 40).

En los últimos años, los países de ingresos económicos altos han impulsado la educación y la capacitación profesional en enfermería para atender la creciente demanda por profesionales (33). Incentivar a los jóvenes, acreditar las escuelas, fortalecer e impulsar a la profesionalización y, finalmente, crear mercados laborales atractivos son estrategias que pueden impactar de manera positiva en el aumento de la densidad de enfermeros licenciados y fortalecer los servicios de salud.

Por otra parte, la distribución heterogénea, las dificultades para atraer profesionales a las áreas remotas y rurales y las inequidades que prevalecen en las condiciones laborales y en los países afectan la formación de recursos humanos en enfermería y el acceso a profesionales calificados en los servicios de salud. A lo anterior, cabe añadir que la migración, sobre todo en países del Caribe no latino, es una realidad que impacta en el aspecto cuantitativo del personal de enfermería y los servicios de salud (41). Para retenerlos, es necesario crear incentivos y mejorar sus condiciones de trabajo. El establecimiento de acuerdos y registros entre los países de origen y de destino de los profesionales, la mejora de los sistemas de datos y el monitoreo eficaz de esos flujos migratorios, también son imperativos.

El análisis presentado permitirá avanzar hacia las políticas y la construcción del conocimiento de los recursos humanos en enfermería en la Región. Sin embargo, se sugieren estudios adicionales que analicen y estimen, con un nivel de desagregación de los datos, la distribución geográfica, el nivel de atención en salud, la composición del recurso y el perfil del personal de enfermería. La caracterización de estos atributos permitirá la construcción de un perfil fundamental para una planificación estratégica y gestión del recurso humano.

Las limitaciones de este estudio comprenden la falta de datos de algunos países y las diferencias del período de registro de datos notificados. Esta consideración debe tenerse en cuenta al interpretar los resultados. Los reportes de la fuerza de trabajo en salud han descrito limitaciones para la comparabilidad: las directrices sugeridas por la OMS no siempre son aplicadas, pues algunos países carecen de la capacidad técnica para hacer un seguimiento preciso del personal sanitario (42). No obstante, esta exploración de los datos permite conocer la situación de la enfermería en la Región de manera general. Por otra parte, es importante mantener y fortalecer los sistemas de información de los países que permitan actualizar los datos sobre los recursos humanos para la salud.

La exploración entre la densidad de enfermeros por población y la mortalidad materna, no incluyó un análisis de correlación ni ajuste por otras variables, lo cual limita una conclusión para asociar estos dos indicadores.

CONCLUSIONES

La distribución laboral de los profesionales de enfermería es heterogénea. Al interior de las regiones se observa una tendencia similar, pero la diferencia entre regiones varía ampliamente, lo que pone en evidencia la desigualdad en la distribución de la fuerza de trabajo en la región de las Américas.

En varios países, el número de enfermeros licenciados por habitantes es menor a lo esperado. Por otra parte, la mayoría de los países también presentan un retraso importante en la proporción de enfermeros licenciados respecto al personal técnico y auxiliar. Es necesario implementar iniciativas dirigidas a aumentar el número de enfermeros licenciados y fortalecer su formación en la Región.

Los países deben definir políticas que marquen el futuro de la enfermería. La estimación del recurso humano es fundamental para orientar la planificación y la toma de decisiones en todos los niveles de la atención de salud.

El fortalecimiento de los sistemas de información, registros e indicadores nacionales que permitan tener actualizadas las bases de datos de recursos humanos para la salud pueden contribuir a la planificación de programas y políticas públicas, orientando a los ministerios de salud y a los demás sectores al trazar sus planes estratégicos

El trabajo colaborativo entre organizaciones internacionales, gobiernos, asociaciones gremiales y universidades puede, por medio del análisis, planificar y cambiar, al menos en términos cuantitativos, el futuro de la enfermería en los países de la región de las Américas.

Footnotes

Forma de citar

Cassiani SHB, Hoyos MC, Barreto MFC, Sives K, da Silva FAM. Distribución de la fuerza de trabajo en enfermería en la Región de las Américas. Rev Panam Salud Publica. 2018;42:e72. https://doi.org/10.26633/RPSP.2018.72

Declaración. Las opiniones expresadas en este manuscrito son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente los criterios ni la política de la RPSP/PAJPH o de la OPS

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Acre (AC); Alagoas (AL); Amapá (AP); Amazonas (AM); Bahia (BA); Ceará (CE); Distrito Federal (DF); Espirito Santo (ES); Goiás (GO); Maranhão (MA); Mato Grosso (MT); Mato Grosso do Sul (MS); Minas Gerais (MG); Pará (PA); Paraíba (PB); Paraná (PR); Pernambuco (PE); Piauí (PI); Rio de Janeiro (RJ); Rio Grande do Norte (RN); Rio Grande do Sul (RS); Rondônia (RO); Roraima (RR); Santa Catarina (SC); São Paulo (SP); Sergipe (SE); Tocantins (TO).

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