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. 2020 Sep 25;156(1):35–36. [Article in Spanish] doi: 10.1016/j.medcli.2020.08.001

Persistencia de manifestaciones clínicas tras la infección COVID-19: importancia del seguimiento

Persistent symptoms after acute COVID-19 infection: importance of follow-up

Antonio Rosales-Castillo 1,, Carlos García de los Ríos 1, Juan Diego Mediavilla García 1
PMCID: PMC7518172  PMID: 33077167

Sr. Editor:

La infección por SARS-CoV-2 ha supuesto, desde su inicio a finales de 2019, una emergencia sanitaria en forma de pandemia a nivel mundial dada su rápida propagación. Hay numerosas publicaciones acerca de los signos y síntomas de la infección aguda por SARS-CoV-2, y las manifestaciones más frecuentemente descritas son: fiebre, tos, disnea, afectación musculoesquelética (mialgias, artralgias), diarrea, anosmia y disgeusia1. No obstante, existen pocos datos sobre la persistencia de la clínica en sujetos que han superado la infección. Nuestro objetivo es evaluar la persistencia de la clínica en los pacientes que han precisado ingreso hospitalario por infección COVID-19 y que se encuentran en seguimiento en consulta especializada.

Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo y descriptivo de 118 pacientes ingresados en planta de hospitalización del hospital Virgen de las Nieves de Granada del 13 de marzo al 15 de mayo de 2020, todos ellos con infección confirmada por SARS-CoV-2 mediante PCR y/o serología, siendo excluidos los sospechosos no confirmados. Se describieron los signos y síntomas de presentación inicial y posteriormente, en consulta, se reinterrogó sobre la persistencia o la desaparición de los mismos y se procedió a su exploración física con tallaje y pesaje.

De los pacientes incluidos, el 55,9% fueron varones, siendo la media de edad de 60,16 años (DE: 15,08). El IMC fue de 29,7 kg/m2 (DE: 5,79), con un 41% de pacientes con obesidad y un 37,3% con sobrepeso, según los valores de IMC (sobrepeso, IMC > 25,0 a 29,9 kg/m2; obesidad, IMC > 30,0 kg/m2).

A nivel de factores de riesgo cardiovascular, las patologías asociadas más frecuentes fueron la hipertensión arterial (50%), la hipercolesterolemia (28%) y la diabetes mellitus tipo 2 (22%). Otras comorbilidades asociadas fueron: asma (14,4%), síndrome de apneas-hipopneas del sueño (8,5%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (6%), cardiopatía isquémica (6%) y enfermedad renal crónica (6%). La media de estancia en planta de hospitalización fue de 11,25 días (DE: 8,5), con un 7,6% que requirieron cuidados intensivos y un 4,2% ventilación mecánica invasiva. Un 3,4% requirieron ventilación mecánica no invasiva. En cuanto a la afectación radiológica, se constató que un 94% presentaron alteraciones radiográficas durante el ingreso, con predominio de afectación multilobar bilateral en un 68,6%.

La reevaluación en consulta se realizó tras una media de 50,8 días (DE: 6,02) tras el alta hospitalaria.

La clínica al ingreso y durante la fase aguda fue muy variable, siendo únicamente un 5% del total asintomáticos. Por frecuencia, los signos y síntomas fueron: fiebre (84,7%), tos (65,3%), disnea (61%), diarrea (50,8%), ageusia (50,8%), mialgias (49,2%), anosmia (42,4%), dolor torácico (34,7%), cefalea (34%) y expectoración (13,6%).

En consulta, reinterrogando sobre los síntomas presentados inicialmente, un 62,5% referían persistencia de clínica: disnea (31,4%), astenia (30,5%), mialgias (13%), tos (5%), anosmia (1,7%) y ageusia (1%).

En el 28% persistían dos o más síntomas de los anteriores.

Nuestro estudio mostró que el 62,5% de los pacientes hospitalizados por infección COVID-19 refieren persistencia de algún síntoma tras un periodo de tiempo medio desde el alta de 50 días, siendo los más frecuentes, con diferencia, la disnea y la astenia. Estos resultados están en concordancia con los publicados por Carfì et al.2, donde se confirmaron estos dos síntomas como los más frecuentemente persistentes.

Existen limitaciones en nuestro estudio, como la evaluación únicamente de pacientes hospitalizados y el tamaño de la muestra. Además, se desconoce si estaban presentes algunos de estos síntomas previamente a la infección por SARS-CoV-2 en algunos casos.

No obstante, se realza la importancia del seguimiento clínico de estos pacientes tras la fase aguda, con el objetivo de monitorizar y vigilar la persistencia, mejoría o empeoramiento de los signos y síntomas anteriormente mencionados.

Son necesarios más estudios que evalúen la evolución clínica a medio y a largo plazo de estos pacientes tras la infección aguda.

Bibliografía

  • 1.Wang D., Hu B., Hu C., Zhu F., Liu X., Zhang J., et al. Clinical characteristics of 138 hospitalized patients with 2019 novel coronavirus-infected pneumonia in Wuhan, China. JAMA. 2020;323:1239–1242. doi: 10.1001/jama.2020.1585. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 2.Carfi A., Bernabei R., Landi F., Gemelli Against COVID-19 Post-Acute Care Study Group Persistent symptoms in patients after acute COVID-19. JAMA. 2020;324:603–605-L. doi: 10.1001/jama.2020.12603. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]

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