Skip to main content
Atencion Primaria logoLink to Atencion Primaria
. 2022 Dec 27;55(2):102523. [Article in Spanish] doi: 10.1016/j.aprim.2022.102523

Vulnerabilidad de la obesidad definida por el índice de masa corporal, perímetro abdominal y porcentaje de grasa corporal

Vulnerability of obesity as defined by body mass index, waist circumference, and body fat percentage

Ricardo Ortega a,, Gonzalo Grandes b, Sagrario Gómez-Cantarino c; en nombre del Grupo PEPAF
PMCID: PMC9813526  PMID: 36580708

Abstract

Objetivo

Averiguar en qué medida es posible dejar de tener obesidad (normalizar el índice de masa corporal [IMC], el perímetro abdominal [PA] y/o el porcentaje de grasa corporal [PGC]).

Diseño

Estudio de observación longitudinal y retrospectiva.

Emplazamiento

Once centros de salud españoles.

Participantes

Hombres y mujeres con IMC ≥ 30 kg/m2 (n = 1.246) u obesidad general (OG), con PA > 102 cm y > 88 cm, respectivamente (n = 2.122) u obesidad abdominal (OA) y con PGC > 25% y > 35%, respectivamente (n = 2.436) o exceso de grasa corporal (EGC), de la cohorte del Estudio PEPAF de 4.927 participantes de 20 a 80 años de edad.

Mediciones principales

Datos procedentes del Estudio PEPAF de la captación y de 6, 12 y 24 meses: sexo, edad, diagnósticos de diabetes, hipertensión arterial y dislipemia, hábito tabáquico, niveles y cumplimiento de las recomendaciones de actividad física, consumo máximo de oxígeno, peso, talla, PA y tres pliegues grasos cutáneos (torácico, umbilical y muslo anterior para hombres y tríceps, suprailíaco y muslo anterior para mujeres).

Resultados

De 2.054 participantes con cualquier tipo de obesidad en la captación y datos válidos a los 2 años, 240 (11,6%) habían normalizado todos sus índices diagnósticos de obesidad en ese tiempo. El 19,5% (intervalo de confianza al 95% (IC 95%): 17,6-21,4) habían dejado de tener EGC, el 12,0% (IC 95%: 10,4-13,7) habían dejado de tener OA y el 10,5% (IC 95%: 8,5-12,7) habían dejado de tener OG.

Conclusiones

La obesidad se diferencia de las demás enfermedades crónicas en que es posible «curarse» de ella normalizando la cantidad de grasa corporal.

Palabras clave: Obesidad abdominal, Índice de masa corporal, Obesidad, Atención primaria, Pliegues grasos cutáneos, Perímetro abdominal

Introducción

La obesidad, entendida como un exceso de grasa corporal (EGC), se considera una enfermedad crónica similar a la hipertensión arterial, la diabetes o la dislipemia1, 2, 3, y cuando se acumula en el abdomen en forma de grasa visceral y subcutánea se considera obesidad abdominal (OA)4. Las enfermedades crónicas no se curan, solo se controlan con el tratamiento. Pero, en la obesidad, una persona puede perder ese exceso de grasa y convertirse en una persona con grasa normal a la que considerar sin obesidad y, por tanto, su enfermedad habrá desaparecido.

La acumulación de la grasa corporal en exceso se debe a un balance energético positivo del organismo, en el que las calorías que se ingieren con la alimentación (ingesta energética) superan a las calorías gastadas en todas las actividades que la persona realiza en 24 horas, incluido el sueño (gasto calórico)5. Esas calorías ingeridas que no se gastan se almacenan en forma de grasa.

La ingesta energética y el gasto calórico constituyen hábitos de vida presentes en todas las personas y en todo momento. Por eso es posible que, igual que han generado un balance energético positivo que les ha producido obesidad, generen después un balance negativo que les produzca la desaparición de esa obesidad.

Para diagnosticar obesidad en las consultas de atención primaria se utilizan: el índice de masa corporal (IMC)1, 2, 3, el perímetro abdominal (PA)4 y el porcentaje de grasa corporal (PGC)6.

Prácticamente todos los estudios sobre las intervenciones en obesidad pretenden valorar la reducción del peso y/o la grasa que esas intervenciones producen7, pero no buscan la proporción de personas obesas capaces de dejar de serlo.

El objetivo del presente estudio es cuantificar la proporción de pacientes de atención primaria que son capaces de normalizar el IMC, el PA o el PGC al cabo de 2 años, así como los factores que se asocian con la probabilidad de dejar de tener obesidad.

Material y métodos

Este estudio se ha realizado con datos secundarios del estudio PEPAF, que no fueron analizados en el estudio original, en forma de estudio de observación longitudinal y retrospectiva. El estudio PEPAF era un ensayo clínico realizado en 11 centros de salud españoles, entre 2003 y 2006, con distribución aleatoria de los centros a un grupo de intervención o a un grupo control. Este estudio evaluó la efectividad de un Programa Experimental de Promoción de la Actividad Física para aumentar los niveles de actividad física (AF) de la población sedentaria de 20 a 80 años consultante en atención primaria. Para ello se reclutó una muestra de pacientes sin enfermedad cardiovascular conocida y sedentarios de acuerdo a un algoritmo, practicándose las mediciones del estudio a 4.927 participantes que cumplían esas condiciones. Posteriormente se les pasó a todos los participantes el Physical Activity Readiness Questionnaire (PAR-Q)8 para asegurar su sedentarismo, y se identificaron 850 participantes físicamente activos que fueron excluidos del ensayo clínico, cuya cohorte para dicho ensayo quedó establecida en 4.317 participantes. Estos participantes firmaron un consentimiento informado y se les siguió durante 2 años con mediciones en la captación y a los 6, 12 y 24 meses9, 10, 11.

A los participantes de intervención se les clasificó en preparados para modificar su nivel de AF y no preparados, de acuerdo con una versión reducida del modelo transteórico de las etapas de cambio12. A ambos grupos se les proporcionó una recomendación médica asertiva personalizada, de acuerdo con las evidencias disponibles sobre los beneficios del ejercicio y los riesgos de la inactividad. Los participantes no preparados recibieron un folleto centrado en la modificación de creencias sobre la AF, y de forma oportuna volvieron a ser abordados en consultas posteriores para conocer su intención de modificar su hábito sedentario. A los participantes preparados se les citó para realizar una consulta adicional de menos de 20 minutos de duración para abordar las posibles barreras anticipadas por el participante (en cuanto a falta de tiempo, recursos o problemas de salud), y se negoció con ellos un Plan de Actividad Física (PAF) centrado en el cumplimiento y superación de las recomendaciones de los Centers for Disease Control and Prevention13. El PAF se entregó al participante a modo de prescripción y se evaluó de forma oportunista en las siguientes consultas.

El Estudio PEPAF cumplía las directrices de la Declaración de Helsinki y su protocolo9 fue aprobado por los Comités Éticos de Investigación Clínica (CEIC) de los centros participantes (ClinicalTrials.gov Identifier: NCT00131079).

Población

Para el presente estudio se eligieron, de entre los 4.927 participantes con mediciones basales, a los que tenían un IMC ≥ 30 kg/m2 (n = 1.246) para la obesidad general (OG)2, a los hombres y mujeres que tenían, respectivamente, un PA > 102 cm y > 88 cm (n = 2.122) para la OA4, 14 y a los hombres y mujeres que tenían, respectivamente, un PGC > 25% y > 35% (n = 2.436) para el EGC6, 15, 16.

Mediciones

Se seleccionaron las siguientes variables sociodemográficas basales del Estudio PEPAF: sexo, edad y diagnósticos de diabetes, hipertensión arterial y dislipemia; y también hábito tabáquico, niveles de AF, cumplimiento de las recomendaciones de AF y mediciones de consumo máximo de oxígeno (VO2max), peso, talla, PA y tres pliegues grasos cutáneos (torácico, umbilical y muslo anterior para hombres, y tríceps, suprailíaco y muslo anterior para mujeres), correspondientes a las visitas de captación y a los 6, 12 y 24 meses.

El hábito tabáquico se obtuvo por autodeclaración, y se codificó como fumador y no fumador.

Se consideraron como en inactividad física los participantes que no cumplían las recomendaciones de AF (al menos 30 minutos de AF moderada 5 días a la semana, o 20 minutos de AF vigorosa 20 minutos a la semana, o combinaciones híbridas de episodios de AF moderada e intensa)17 según su AF habitual. La medición de la AF se hizo con el cuestionario PAR-Q8.

El VO2max se estimó de forma indirecta utilizando el protocolo YMCA-ACSM18 en una prueba de esfuerzo submáximo con un cicloergómetro VarioBike 500 y fue estandarizado para edad, sexo y frecuencia cardiaca de reposo.

El peso y la estatura se midieron en una báscula de consulta calibrada y con tallímetro, con el participante descalzo y con la ropa mínima, y manteniendo la cabeza en posición de alineamiento de la nariz y la oreja, y se calculó el IMC mediante la fórmula: peso (kg)/talla2 (m).

El PA se midió con el paciente tumbado en la camilla, con el abdomen descubierto, y rodeando el abdomen a nivel del ombligo con una cinta métrica plastificada.

Los pliegues grasos cutáneos se midieron siguiendo los protocolos estandarizados de Jackson y Pollock19, y con ellos se obtuvo la densidad corporal que se llevó a la fórmula de Siri20 para obtener el PGC.

La forma física cardiorrespiratoria (FFCR) de los participantes se categorizó en baja, media y alta según los tertiles de VO2max en cada sexo, considerando FFCR buena al tertil de alta y mala a los otros dos.

Variables de resultados

Proporciones de participantes que habían normalizado su IMC (< 30 kg/m2), su PA (≤ 102 cm en hombres y ≤ 88 cm en mujeres) o su PGC (≤ 25% en hombres y ≤ 35% en mujeres) a los 2 años.

Análisis estadístico

Se realizó con el paquete estadístico STATA. Se calcularon las medias ± desviaciones estándar para las variables cuantitativas y los porcentajes de participantes en cada categoría para las variables cualitativas. Los grupos se compararon utilizando el test de chi cuadrado para las proporciones y el test de Student o el análisis de la varianza para las medias ± desviaciones estándar. La asociación de las proporciones de los que dejaron de tener cada una de las tres obesidades con el resto de variables del estudio se computó como la odds ratio (OR) de cada una de las variables en las proporciones de los que habían dejado de tener cada obesidad a los 2 años divididas por la OR de las proporciones de los participantes que seguían teniendo esas obesidades. Se utilizaron modelos mixtos de regresión logística multivariantes para el ajuste de potenciales variables de confusión y para obtener las odd ratios ajustadas (ORA).

graphic file with name fx1.jpg

Esquema general del estudio.

Resultados

La tabla 1 presenta las características principales de las muestras. Se observa que la proporción de OG en los participantes con PA elevado (52,9%) es mayor (p < 0,001) que en los que tienen PGC elevado (44,5%); la proporción de OA en los participantes con IMC elevado (90,4%) es mayor (p < 0,001) que en los que tienen PGC elevado (69,7%), y la proporción de EGC en los participantes con IMC elevado (87,0%) es mayor (p < 0,001) que en los que tienen PA elevado (79,8%).

Tabla 1.

Características de las muestras de los tres tipos de obesidad en la captación, en total y distribuidos por sexo

Obesidad general
IMC elevado
Obesidad abdominal
PA elevado
Exceso grasa corporal
PGC elevadoc
Total
n = 1.246

n = 418

n = 828
Total
n = 2.122

n = 474

n = 1.648
Total
n = 2.436

n = 854

n = 1.582
Edad, años 55,0 ± 13,4 53,5 ± 14,0 55,8 ± 13,0 55,6 ± 13,1 56,1 ± 13,2 55,4 ± 13,1 54,6 ± 13,3 54,7 ± 13,9 54,5 ± 13,0
Peso, kg 86,1 ± 12,4 93,8 ± 11,2 82,1 ± 11,1 78,6 ± 13,9 92,6 ± 11,3 74,5 ± 11,8 78,2 ± 13,8 85,8 ± 12,1 74,0 ± 12,1
IMC, kg/m2 33,4 ± 3,2 32,6 ± 2,5 33,8 ± 3,4 30,7 ± 4,2 31,7 ± 3,1 30,4 ± 4,4 30,0 ± 4,1 29,7 ± 3,4 30,2 ± 4,5
PA, cm 106,2 ± 10,1 108,4 ± 9,0 105,1 ± 10,4 102,4 ± 9,8 109,4 ± 7,6 100,4 ± 9,5 100,1 ± 11,0 102,5 ± 9,4 98,7 ± 11,5
PGC, % 36,8 ± 6,6 29,4 ± 3,8 40,5 ± 4,2 36,5 ± 5,9 29,1 ± 4,0 38,7 ± 4,4 36,1 ± 6,0 29,1 ± 2,9 39,9 ± 3,1
VO2max, ml/kg/min 21,5 ± 7,3 27,0 ± 7,4 18,6 ± 5,3 20,9 ± 6,4 26,3 ± 7,1 19,3 ± 5,3 22,4 ± 7,3 27,5 ± 7,7 19,6 ± 5,2
AF
 MET-h/s 0,62 ± 1,8 0,83 ± 2,5 0,51 ± 1,3 0,64 ± 1,4 0,79 ± 1,7 0,60 ± 1,3 0,70 ± 1,8 0,87 ± 2,3 0,61 ± 1,4
 Min/sem 72 ± 224 107 ± 331 54 ± 138 69 ± 168 92 ± 233 63 ± 144 75 ± 200 96 ± 268 63 ± 150
Fumadores 20,8 (18,6-23,2) 31,3 (26,9-36,0) 15,5 (13,1-18,2) 16,5 (14,7-18,3) 32,9 (28,6-37,3) 9,4 (7,5-11,6) 22,7 (21,0-24,4) 31,8 (28,7-35,0) 17,7 (15,9-19,7)
No cumple RAF 90,0 (88,2-91,6) 88,9 (85,5-91,8) 90,5 (88,3-92,4) 88,9 (87,5-90,3) 88,1 (84,9-90,9) 89,2 (87,6-90,6) 88,9 (87,6-90,1) 88,2 (85,9-90,3) 89,2 (87,6-90,7)
FFCR mala 83,4 (80,8-85,7) 80,8 (76,1-85,0) 84,8 (81,7-87,6) 81,6 (79,6-83,5) 82,5 (78,2-86,3) 81,3 (79,1-83,4) 79,8 (78,0-81,6) 77,3 (73,9-80,4) 81,3 (79,0-83,4)
DM2 15,3 (13,3-17,4) 17,9 (14,3-21,9) 14,0 (11,7-16,5) 13,0 (11,6-14,5) 19,1 (15,7-23,0) 11,2 (9,7-12,8) 11,0 (9,8-12,3) 14,0 (11,7-16,5) 9,4 (8,0-11,0)
HTA 45,5 (42,7-48,3) 44,9 (40,1-49,8) 45,7 (42,3-49,2) 38,3 (36,2-40,4) 48,1 (43,5-52,7) 35,5 (33,2-37,9) 34,7 (32,8-36,6) 37,3 (34,0-40,6) 33,3 (31,0-35,7)
Dislipemia 27,2 (24,7-29,7) 28,2 (23,9-32,8) 26,6 (23,7-29,8) 26,9 (25,0-28,8) 27,8 (23,8-32,1) 26,6 (24,5-28,8) 25,6 (23,9-27,4) 26,9 (23,9-30,0) 25,0 (22,9-27,2)
OG × × × 52,9 (50,7-55,0) 69,4 (65,0-73,5) 48,1 (45,7-50,6) 44,5 (42,5-46,5) 42,0 (38,7-45,4) 45,8 (43,4-48,3)
OA 90,4 (88,6-91,9) 78,8 (74,6-82,7) 96,2 (94,7-97,4) × × × 69,7 (67,8-71,5) 46,3 (42,9-49,7) 82,3 (80,3-84,2)
EGC 87,0 (85,0-88,8) 85,8 (82,1-89,0) 87,6 (85,2-89,8) 79,8 (78,0-81,5) 83,3 (79,6-86,5) 78,8 (76,7-80,7) × × ×

AF: actividad física; DM2: diabetes mellitus tipo 2; EGC: exceso de grasa corporal, FFCR: forma física cardiorrespiratoria; HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa corporal ≥ 30 kg/m2; MET-h/s: unidades metabólicas por hora a la semana; Min/sem: minutos a la semana; OA: obesidad abdominal; OG: obesidad general; PA: perímetro abdominal > 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres; PGC: porcentaje de grasa corporal > 25% en hombres y > 35% en mujeres; RAF: recomendaciones de actividad física; VO2max: consumo máximo de oxígeno.

Variables edad, peso, IMC, PA, PGC, VO2max y AF expresadas en media ± desviación estándar. Resto de variables expresadas como % (intervalo de confianza al 95%).

La tabla 2 muestra la proporción de los que dejan de tener OG, OA o EGC a los 2 años, siendo significativamente (p < 0,05) más alta la proporción de EGC que las de OG u OA. También muestra que la proporción de hombres que dejan de tener OA es significativamente mayor que la de las mujeres (p = 0,001).

Tabla 2.

Proporción de participantes que dejan de tener cada una de las tres obesidades y comparación entre hombres y mujeres a los 2 años

Total
Hombres
Mujeres
n % (IC 95%) n % (IC 95%) n % (IC 95%) p
OG 89 10,5 (8,5-12,7) 40 13,2 (9,6-17,4) 49 9,0 (6,7-11,6) 0,056
OA 177 12,0 (10,4-13,7) 59 17,3 (13,4-21,7) 118 10,4 (8,7-12,3) 0,001
EGC 335 19,5 (17,6-21,4) 133 21,1 (17,9-24,5) 202 18,6 (16,3-21,0) 0,209

EGC: exceso de grasa corporal; IC 95%: intervalo de confianza al 95%; n: número; OA: obesidad abdominal; OG: obesidad general; p: significación; %: porcentaje.

De 2.054 participantes con uno o más tipos de obesidad en la captación y datos válidos a los 2 años, 240 (11,6%) participantes (108 [15,2%] hombres y 132 [9,8%] mujeres) habían normalizado todos sus índices diagnósticos de obesidad en ese tiempo.

A los 2 años: de 89 participantes con IMC normal, 30 (33,7%; IC 95%: 24,0-44,5) lo habían normalizado antes de los 6 meses; de 177 participantes con PA normal, 59 (33,3%; IC 95%: 26,6-40,7) lo habían normalizado antes de los 6 meses, y de 335 participantes con PGC normal, 103 (30,7%; IC 95%: 25,8-35,9) lo habían normalizado antes de los 6 meses.

En la tabla 3 se observa que: son mayores los aumentos en los niveles de AF en MET-h/semana (p < 0,001) y minutos/semana (p < 0,03) en los que dejan de tener OG y el aumento del VO2max (p < 0,03) en los que dejan de tener OA o EGC que en los que siguen con esas obesidades; los que dejan de tener OG son los que más reducen su peso y su IMC (6,8 kg y 2,6 kg/m2 frente a 2,5 y 0,9 de la OA y 2,8 y 1 del EGC), así como los que más aumentan sus niveles de AF (0,9 MET-h/semana y 60 minutos/semana frente a 0,3 y 0,2 MET-h/semana y 20 y 8 minutos/semana de la OA y el EGC, respectivamente); los que dejan de tener OA son los que más PA pierden (8,2 cm frente a 6,5 y 3,4, respectivamente, de la OG y el EGC); y los que dejan de tener EGC son los que más PGC pierden (4,1% frente al 2,8% y al 2,4%, respectivamente, de la OG y la OA) y los que más aumentan su VO2max (1,7 frente a 1,2 y 1,0 ml/kg/min, respectivamente, de la OG y la OA).

Tabla 3.

Cambios en las variables cuantitativas de los que dejan de tener cada una de las tres obesidades y los que siguen con ellas y su comparación a los 2 años

Obesidad general
Obesidad abdominal
Exceso grasa corporal
No


No


No


n x ± DE n x ± DE p n x ± DE n x ± DE p n x ± DE n x ± DE p
Peso, kg 89 −6,4 ± 5,2 761 0,4 ± 4,2 < 0,001 177 −2,2 ± 4,7 1.296 0,3 ± 4,0 < 0,001 335 −2,4 ± 4,8 1.379 0,4 ± 3,8 < 0,001
IMC, kg/m2 89 −2,5 ± 1,9 761 0,1 ± 1,6 < 0,001 177 −0,8 ± 1,7 1.296 0,1 ± 1,6 < 0,001 335 −0,9 ± 1,8 1.379 0,1 ± 1,4 < 0,001
PA, cm 89 −5,8 ± 10,2 758 0,7 ± 6,1 < 0,001 177 −7,5 ± 7,4 1.297 0,7 ± 5,9 < 0,001 335 −2,8 ± 7,2 1.377 0,6 ± 5,9 < 0,001
PGC, % 89 −3,2 ± 4,0 760 -0,4 ± 3,0 < 0,001 177 −2,7 ± 3,4 1.297 −0,3 ± 3,3 < 0,001 335 −4,4 ± 2,8 1.380 −0,3 ± 2,7 < 0,001
AF
 MET-h/sem 89 1,7 ± 3,2 758 0,8 ± 2,3 < 0,001 177 1,1 ± 2,7 1.294 0,8 ± 2,3 0,101 335 1,1 ± 2,6 1.375 0,9 ± 2,4 0,119
 Min/sem 89 136 ± 441 758 76 ± 250 0,026 177 102 ± 288 1.294 82 ± 245 0,155 335 98 ± 258 1.375 90 ± 251 0,299
VO2max, ml/kg/min 66 1,9 ± 6,0 450 0,7 ± 5,7 0,053 126 1,6 ± 5,4 795 0,6 ± 5,7 0,026 256 2,2 ± 6,1 886 0,5 ± 5,7 < 0,001

AF: actividad física; IMC: índice de masa corporal; MET-h/sem: unidades metabólicas por hora a la semana; Min/sem: minutos/semana; n: número; p: significación; PA: perímetro abdominal; PGC: porcentaje de grasa corporal; VO2max: consumo máximo de oxígeno. x ± DE: media ± desviación estándar.

Como muestra la tabla 4, a los 2 años: los que dejan de tener OA tienen una proporción mayor (p < 0,005) de los que siguen fumando y menor de los que siguen sin fumar; los que dejan de tener OG tienen una proporción mayor (p < 0,013) de los que dejan de cumplir las recomendaciones de AF y menor de los que siguen sin cumplirlas; y los que dejan de tener OG, OA o EGC tienen una proporción menor (p < 0,002) de los que mantienen una mala FFCR y mayor de los que la mantienen buena. Así mismo, los que dejan de tener OG tienen porcentajes de OA y de EGC menores (p < 0,001); los que dejan de tener OA tienen porcentajes de OG y de EGC menores (p < 0,001), y los que dejan de tener EGC tienen porcentajes de OA menores (p < 0,001).

Tabla 4.

Cambios en las variables cualitativas de los que dejan de tener cada una de las tres obesidades y los que siguen con ellas y su comparación a los 2 años

Obesidad general
Obesidad abdominal
Exceso grasa corporal
No


No


No


n % (IC 95%) n % (IC 95%) p n % (IC 95%) n % (IC 95%) p n % (IC 95%) n % (IC 95%) p
Fumador 0,126 0,004 0,064
 Sí-Sí 16 17,9 102 13,4 38 21,4 167 12,8 68 20,2 206 14,9
(10,6-27,5) (11,0-16,0) (15,6-28,2) (11,1-14,8) (16,1-25,0) (13,0-16,9)
 Sí-No 7 7,8 27 3,5 7 3,9 45 3,4 14 4,1 63 4,5
(3,2-15,5) (2,3-5,1) (1,6-7,9) (2,5-4,6) (2,3-6,9) (3,5-5,8)
 No-Sí 1 1,1 12 1,5 6 3,3 21 1,6 7 2,0 18 1,3
(0,02-6,1) (0,8-2,7) (1,2-7,2) (1,0-2,4) (0,8-4,2) (0,7-2,0)
 No-No 65 73,0 620 81,4 126 71,1 1064 82,0 246 73,4 1093 79,2
(62,5-81,8) (78,5-84,1) (63,9-77,7) (79,8-84,0) (68,3-78,0) (76,9-81,3)
Cumple RAF 0,012 0,053 0,540
 No-No 49 55,0 516 68,0 105 59,3 846 65,3 200 59,7 876 63,7
(44,1-65,6) (64,6-71,3) (51,6-66,6) (62,7-67,9) (54,2-64,9) (61,1-66,2)
 No-Sí 6 6,7 34 4,4 17 9,6 62 4,7 18 5,3 67 4,8
(2,5-14,0) (3,1-6,2) (5,6-14,9) (3,6-6,1) (3,2-8,3) (3,7-6,1)
 Sí-No 31 34,8 159 20,9 43 24,2 303 23,4 88 26,2 335 24,3
(25,0-45,6) (18,1-24,0) (18,1-31,2) (21,1-25,8) (21,6-31,3) (22,1-26,7)
 Sí-Sí 3 3,3 49 6,4 12 6,7 83 6,4 29 8,6 97 7,0
(0,7-9,5) (4,8-8,4) (3,5-11,5) (5,1-7,8) (5,8-12,1) (5,7-8,5)
FFCR 0,001 < 0,001 < 0,001
 Mala-Mala 36 54,5 334 74,2 68 53,9 561 70,5 139 54,2 618 69,7
(41,8-66,8) (69,9-78,2) (44,8-62,8) (67,2-73,7) (47,9-60,5) (66,6-72,7)
 Mala-Buena 5 7,5 39 8,6 12 9,5 67 8,4 14 5,4 77 8,6
(2,5-16,8) (6,2-11,6) (5,0-16,0) (6,5-10,5) (3,0-9,0) (6,9-10,7)
 Buena-Mala 14 21,2 49 10,8 21 16,6 100 12,5 47 18,3 106 11,9
(12,1-33,0) (8,1-14,1) (10,6-24,3) (10,3-15,0) (13,8-23,6) (9,8-14,2)
 Buena-Buena 11 16,6 28 6,2 25 19,8 67 8,4 56 21,8 85 9,5
(8,6-27,8) (4,1-8,8) (13,2-27,8) (6,5-10,5) (16,9-27,4) (7,7-11,7)
OG × × × × 36 20,3 741 57,1 < 0,001 57 17,0 683 49,5 < 0,001
(14,6-27,0) (54,4-59,8) (13,1-21,4) (46,8-52,2)
OA 51 57,3 689 90,5 < 0,001 × × × × 133 39,7 1006 72,8 < 0,001
(46,3-67,7) (88,2-92,5) (34,4-45,1) (70,4-75,2)
EGC 53 59,5 645 84,8 0,053 84 21,4 1016 78,4 < 0,001 × × × ×
(48,6-69,8) (82,1-87,3) (15,6-28,2) (76,1-80,6)

EGC: exceso de grasa corporal; FFCR: forma física cardiorrespiratoria; IC 95%: intervalo de confianza al 95%; n: número; OA: obesidad abdominal; OG: obesidad general; p: significación; RAF: recomendaciones de actividad física; %, porcentaje.

Al analizar la relación de las obesidades entre sí, entre los que normalizan su IMC a los 2 años el 22% han normalizado también su PA más su PGC, el 20% solo su PA y el 18% solo su PGC, pero queda un 39% con un PA más un PGC elevados que no elevan el IMC. Entre los que normalizan su PA a los 2 años el 47% han normalizado también su IMC más PGC, el 33% solo su IMC y el 6% solo su PGC, pero queda un 15% con un PA normal y un PGC elevado que también elevan el IMC. Entre los que normalizan su PGC a los 2 años el 56% han normalizado también su IMC más su PA, el 27% solo su IMC y el 4% solo su PA, pero queda un 13% con un PGC normal y un PA elevado que también elevan el IMC.

En las Tabla 5, Tabla 6 se puede ver que: dejar de tener OG solo se asocia con ser mujer, tener hipertensión y el cambio en la FFCR; dejar de tener OA solo se asocia con la edad, el cumplimiento de las recomendaciones de AF en la captación y el cambio de ese cumplimiento y en la FFCR a los 2 años, y dejar de tener EGC solo se asocia con la edad y el cambio en la FFCR a los 2 años.

Tabla 5.

Factores de la captación asociados con la probabilidad de dejar de tener alguna de las tres obesidades a los 2 años: odds ratios con ajuste multivariante

ORA (IC 95%)a p
Obesidad general
 Sexo: mujer vs. hombre 0,58 (0,35-0,98) 0,044
 HTA: sí vs. no 0,46 (0,24-0,86) 0,015
Obesidad abdominal
 Edad 0,97 (0,95-0,98) 0,001
 Cumple RAF: sí vs. no 1,70 (1,04-2,76) < 0,001
Exceso de grasa corporal
 Edad 0,97 (0,96-0,99) < 0,001

IC 95%: intervalo de confianza del 95%; ORA: odds ratio ajustada; p: significación; RAF: recomendaciones de actividad física.

a

Ajustado para sexo, edad, niveles de actividad física, tabaco, cumplimiento de recomendaciones de actividad física, diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipemia y forma física cardiorrespiratoria.

Tabla 6.

Asociaciones de cambio de hábitos con la probabilidad de dejar de tener alguna de las tres obesidades a los 2 años: odds ratios con ajuste multivariante

ORA (IC 95%)a p
Obesidad general
 FFCR 0,001
  Mala-Buena vs. Mala-Mala 2,66 (1,31-5,41)
  Buena-Mala vs. Mala-Mala 1,35 (0,48-3,77)
  Buena-Buena vs. Mala-Mala 3,89 (1,73-8,78)
Obesidad abdominal
 Cumple RAF 0,053
  No-Sí vs. No-No 1,07 (0,67-1,69)
  Sí-No vs. No-No 2,49 (1,22-5,09)
  Sí-Sí vs. No-No 1,41 (0,69-2,86)
 FFCR < 0,001
  Mala-Buena vs. Mala-Mala 1,64 (0,95-2,84)
  Buena-Mala vs. Mala-Mala 1,42 (0,72-2,78)
  Buena-Buena vs. Mala-Mala 2,82 (1,64-4,84)
Exceso de grasa corporal
 FFCR < 0,001
  Mala-Buena vs. Mala-Mala 1,99 (1,34-2,94)
  Buena-Mala vs. Mala-Mala 0,83 (0,45-1,52)
  Buena-Buena vs. Mala-Mala 2,99 (2,03-4,41)

FFCR: forma física cardiorrespiratoria; IC 95%: intervalo de confianza del 95%; ORA: odds ratio ajustada; p: significación; RAF: recomendaciones de actividad física.

a

Ajustado para cambios en: hábito tabáquico, cumplimiento de recomendaciones de actividad física y forma física cardiorrespiratoria.

Discusión

Como muestran los resultados de este estudio, es posible dejar de tener cualquiera de las tres obesidades o las tres juntas; es decir, normalizar el IMC, el PA y/o el PGC a los 2 años. En concreto, el 11,6% de los participantes con uno o más tipos de obesidad en la captación pasan a ser normales en ese tiempo, y alrededor de un tercio lo hacen antes de los 6 meses. Y analizando las tres obesidades por separado, el 20% han dejado de tener EGC, el 12% OA y el 11% OG en ese tiempo. Luego, es posible dejar de tener la enfermedad de la obesidad y mantenerse sin ella.

Los resultados también indican que lo primero que disminuye es un conjunto de grasa general y abdominal subcutánea, o PGC, y después se une una disminución de grasa abdominal (visceral y/o subcutánea), o PA, que alcanzan en un momento dado un impacto en el peso corporal suficiente para reducir el IMC por debajo de 30 kg/m2.

De lo anterior se deriva que: puede ser más difícil normalizar el IMC, dado que para reducir el IMC hay que conseguir reducir a la vez el PA y el PGC en cifras superiores a los de otras obesidades; el EGC revierte más a los 2 años, posiblemente porque la acumulación excesiva de grasa abdominal constituye el 70% de la de grasa corporal total (de EGC), significando que la grasa que primero se pierde es la periférica, que suele ser más subcutánea que visceral, y después se pierde la grasa visceral del abdomen21; cuando la pérdida de grasa de los dos tipos alcanza una cantidad que supone un determinado peso corporal, se reduce el IMC y se deja de tener OG.

Cuando consideramos libres de obesidad a aquellos con IMC < 30 kg/m2, todavía hay una proporción considerable de OA y/o de EGC entre ellos, mientras que cuando consideramos libres de obesidad a aquellos con PA normal, la proporción de los que siguen con OG o EGC entre ellos es mucho menor.

Cada año de aumento en la edad supone un 3% menos probabilidad de dejar de tener OA o EGC a los 2 años, lo que significa que a mayor edad cuesta más trabajo perder grasa, porque con el envejecimiento va disminuyendo la masa muscular y aumentando la masa grasa22.

A los 2 años, pasar de una mala a buena FFCR desde la captación y mantenerla buena en ese tiempo se asocia, respectivamente, con una mayor probabilidad (del 166% y del 289%) de dejar de tener OG, y una mayor probabilidad (del 99% y del 199%) de dejar de tener EGC; y dejar de cumplir las recomendaciones sobre AF desde la captación y mantener una buena FFCR en ese tiempo se asocia, respectivamente, con una mayor probabilidad (del 149% y del 182%) de dejar de tener OA a los 2 años.

No hemos encontrado ningún estudio en que el objetivo sea la desaparición de la obesidad. Sin embargo, en un estudio americano sobre la incidencia de obesidad23 se informa que entre 1990 y 2000, después de 8 años de seguimiento, el 10,8% de sujetos con IMC ≥ 30 kg/m2 (11% de hombres y 10,7% de mujeres) reducían su IMC por debajo de esa cifra. Esos porcentajes son similares a los de este estudio, que sería el primer estudio en demostrar que la obesidad, como enfermedad, es reversible. Sí hay muchos estudios de intervención en la obesidad cuyo objetivo es disminuir el peso corporal24 o la grasa visceral24, 25 o general24, 26 en un determinado porcentaje o hasta un determinado límite.

Limitaciones y fortalezas

Posibles limitaciones de este estudio son: la fecha de los datos recogidos (2003-2006), que haría que las cifras hayan cambiado, pero dan idea de las posibilidades de revertir la obesidad; y la posibilidad de que la pérdida de peso se debiera a una enfermedad crónica adelgazante, pero se puede argumentar que los participantes con esas enfermedades no acudieron a las mediciones o no se les realizaron.

Se podría señalar como limitación el hecho de que se trata de una muestra en la que una parte de ella ha sido intervenida con el PAF para aumentar sus niveles de AF. Pero ese hecho tiene el mismo impacto en los porcentajes que si el participante ha seguido un plan de reducción de dieta y/o de aumento de AF adoptado por sí mismo o prescrito por un profesional sanitario, porque para que una persona deje de ser obesa necesita obligatoriamente una intervención con dieta y/o ejercicio.

Como fortalezas se puede señalar el entrenamiento del personal investigador y el control de calidad llevado a cabo en el estudio PEPAF.

Conclusiones

La obesidad como enfermedad crónica se diferencia de las demás en que es posible «curarse» de ella normalizando la cantidad de grasa corporal y manteniéndose así.

A los 2 años, lo que más se normaliza es el PGC y con ello el EGC, después el PA y con ello la OA, y por último el IMC y con ello la OG.

Entre los que normalizan su IMC, la mitad siguen teniendo OA o EGC, mientras que entre los que normalizan su PA, solo una quinta parte siguen teniendo OG o EGC.

Consideraciones éticas

El protocolo del Estudio PEPAF fue aprobado por los comités éticos de investigación de todos los centros de salud participantes. Se solicitó el consentimiento informado a todos los participantes para su inclusión en el Estudio PEPAF.

Fuentes de financiación

La presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias del sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.

El Estudio PEPAF se financió con una beca del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Sanidad, y se cofinanció con una ayuda del ERDF de la Unión Europea (FIS PI02/0015; RETICS G03/170 y RD06/0018/0018; CAIBERCAI08/01/0065).

Datos y código analítico

Están disponibles por petición razonada. Los datos son solo los correspondientes a este artículo y proceden del Estudio PEPAF. Las peticiones deberán dirigirse al autor de correspondencia.

Autoría

Ricardo Ortega: concepción y diseño del estudio, análisis e interpretación de los datos, borrador del artículo y aprobación definitiva de la versión que se presenta.

Gonzalo Grandes: adquisición de datos, revisión crítica del contenido intelectual y aprobación definitiva de la versión que se presenta.

Sagrario Gómez-Cantarino: concepción y diseño del estudio, revisión crítica del contenido intelectual y aprobación definitiva de la versión que se presenta.

Conflicto de intereses

Los autores no tienen ningún conflicto de intereses que declarar.

Agradecimientos

Los autores desean agradecer su participación a todos los pacientes, enfermeras colaboradoras y médicos de atención primaria del Estudio PEPAF.

Anexo 1. Miembros del Grupo PEPAF

Equipo Directivo: Unidad de Investigación en Atención Primaria de Bizkaia, Servicio Vasco de Salud-Osakidetza. Investigador principal: Gonzalo Grandes; co-investigadores: Jesús Torcal, Ricardo Ortega, Alvaro Sánchez, Kepa Lizarraga, Javier Serra, Imanol Montoya.

Servicio Vasco de Salud-Osakidetza: Centro de Salud de Basauri-Aríz: Angel Fernández, Victor Manuel López, Lourdes Marijuán, Begoña Etxeguren, Victor Landa, Jesús Martínez, M. Mercedes Díez, Juan Ramón Lejarza, Judith González. Centro de Salud de Galdakao: Vidal Salcedo, Idoia Ibáñez, Agurtzane Ortego, Pedro Iraguen, Pilar Echevarria, Virginia Villaverde. Centro de Salud de Algorta: Amaia Ecenarro, M. Teresa Uribe, Carmen Moral, Eguskiñe Iturregui, Ana Belén Fernández.

Servicio Andaluz de Salud: Centro de Salud de Camas, Sevilla: José María Páez, M. Ángeles Tarilonte, Concepción Molina, Vicente Rodríguez, Isabel Villafuente, Mercedes Álvarez.

Servicio de Salud de Islas Baleares: Centro de Salud de Dalt Sant Joan, Mahón: Andreu Estela, José María Coll, Àngels Llach, Josep M. Masuet, Ana Moll, Monica Pons.

Servicio Catalán de Salud: Centro de Salud de Serraparera, Barcelona: Bonaventura Bolibar, Agustí Guiu, Amadeu Díaz, Xavier Martínez, M. Dolores Hernández, José Ignacio Olivares, Francisco Hernansanz, Rita Ayala, Ana Cascos.

Servicio de Salud de Castilla-La Mancha: Centro de Salud de San Fernando Cuenca III, Cuenca: Vicente Martínez, M. del Carmen García, M. Ángeles Gabriel, M. Luscinda Velázquez, Natividad Ortega, M. Jesús Segura, Rodrigo Cerrillo, Patricia López.

Servicio de Salud de Castilla y León: Centro de Salud de Casa Barco, Valladolid: Carmen Fernández, Amparo Gómez, Miguel Ángel Díez, Ruperto Sanz, Luis Miguel Quintero, José Ignacio Recio. Centro de Salud La Alamedilla, Salamanca: Luis García, José Antonio Iglesias, Manuel Gómez, Emilio Ramos, Pilar Moreno, Yolanda Castaño, Nadia Carrillo.

Servicio Gallego de Salud: Centro de Salud de Sardoma, Vigo: Pilar Gayoso, Luciano Casariego, Manuel Domínguez, José Ramón Moliner, Fernando Lago, M. Concepción Cruces, Marisa Enríquez.

Servicio Madrileño de Salud: Centro de Guayaba, Madrid: Tomás Gómez, Javier Martínez, José Antonio Granados, M. Ángeles Fernández, M. Isabel Gutiérrez, Carlos San Andrés, Concepción Vargas-Machuca, Cristina Díaz.

Lo conocido sobre el tema

  • La obesidad es considerada una enfermedad crónica como la hipertensión, la diabetes o la dislipemia.

  • Se produce por un balance energético positivo: la ingesta de calorías supera al gasto.

  • Todas las intervenciones van dirigidas a reducir el peso o la grasa corporal pero no a «curarla».

Qué aporta este estudio

  • La obesidad se puede «curar», a diferencia de las otras enfermedades crónicas.

  • Es posible dejar de tener obesidad general (OG), obesidad abdominal (OA) y/o exceso de grasa corporal (EGC) a los 2 años.

  • Entre los que normalizan su índice de masa corporal, la mitad siguen con OA o EGC, mientras que entre los que normalizan su perímetro abdominal, solo la quinta parte siguen con OA o EGC.

Bibliografía

  • 1.Jastreboff A.M., Kotz C.M., Kahan S., Kelly A.S., Heymsfield S.B. Obesity as a disease: The obesity society 2018 position statement. Obesity. 2019;27:7–9. doi: 10.1002/oby.22378. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 2.Lecube A., Monereo S., Rubio M.A., Martínez-de-Icaya P., Martí A., Salvador J., et al. Prevention, diagnosis, and treatment of obesity. 2016 position statement of the Spanish Society for the Study of Obesity. Endocrinol Nutr. 2016;64(Suppl 1):15–22. doi: 10.1016/j.endonu.2016.07.002. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 3.Kushner R.F. American Medical Association; Chicago, Ill: 2003. Roadmaps for Clinical Practice: Case Studies in Disease Prevention and Health Promotion — Assessment and Management of Adult Obesity: A Primer for Physicians. [Google Scholar]
  • 4.Balkau B., Deanfield J.E., Després J.P., Bassan J.P., Fox K.A.A., Smith S.C., Jr., et al. International Day for the Evaluation of Abdominal Obesity (IDEA). A study of waist circumference, cardiovascular disease, and diabetes mellitus in 168,000 primary care patients in 63 countries. Circulation. 2007;116:1942–1951. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.106.676379. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 5.Kumanyika S.K., Obarzanek E., Stettler N., Bell R., Field A.E., Fortmann S.P. Population-based prevention of obesity: The need for comprehensive promotion of healthful eating, physical activity, and energy balance: A scientific statement from American Heart Association Council on Epidemiology and Prevention, Interdisciplinary Committee for Prevention (formerly the expert panel on population and prevention science) Circulation. 2008;118:428–464. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.108.189702. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 6.Deurenberg P., Yap M., van Staveren W.-A. Body mass index and percent body fat: A meta-analysis among different ethnic groups. Int J Obes Relat Metab Disord. 1998;22:1164–1171. doi: 10.1038/sj.ijo.0800741. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 7.Jensen M.D., Ryan D.H., Apovian C.M., Ard J.D., Comuzzie A.G., Dontao K.A., et al. 2013 AHA/ACC/TOS guideline for the management of overweight and obesity in adults: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and The Obesity Society. Circulation. 2014;129(25 Suppl 2):S102–S138. doi: 10.1161/01.cir.0000437739.71477.ee. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 8.Thomas S., Reading J., Shephard R.J. Revision of the physical activity readiness questionnaire (PAR-Q) Can J Sport Sci. 1992;17:338–345. PMID: 1330274. [PubMed] [Google Scholar]
  • 9.Grandes G., Sanchez A., Torcal J., Ortega R., Lizarraga K., Serra J., Grupo PEPAF Protocolo para la evaluación multicéntrica del Programa Experimental de Promoción de la Actividad Física (PEPAF) Aten Primaria. 2003;32:475–480. doi: 10.1157/13054004. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 10.Grandes G., Sánchez A., Torcal J., Ortega R., Lizarraga K., Serra J., for the PEPAF Group Targeting physical activity promotion in general practice: Characteristics of inactive patients and willingness to change. BMC Public Health. 2008;8:172. doi: 10.1186/1471-2458-8-172. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 11.Grandes G., Sanchez A., Ortega R., Torcal J., Montoya I., Lizarraga K., et al. Effectiveness of physical activity advice and prescription by physicians in routine primary care. A cluster randomized trial. Arch Intern Med. 2009;169:694–701. doi: 10.1001/archinternmed.2009.23. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 12.Prochaska J.O., DiClemente C.C. Stages and processes of selfchange in smoking: Towards an integrative model of change. J Consulting Clin Psychol. 1983;51:390–395. doi: 10.1037//0022-006x.51.3.390. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 13.US Department of Health and Human Services . Department of Health and Human Services, Centers for Disease Control and Prevention, National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion; Atlanta, GA: 1996. Physical activity and health: A report of the Surgeon General. [Google Scholar]
  • 14.World Health Organization. Waist Circumference and Waist-Hip Ratio. Report of a WHO Expert Consultation. Geneva, 8-11 December 2008. Disponible en: htpps://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44583/9789241501491_eng.pdf
  • 15.World Health Organization. Physical Status: The use and interpretation of anthropometry. Technical Report Series 854, Geneva, 1995. [PubMed]
  • 16.Dybala M.P., Brady M.J., Hara M. Disparity in adiposity among adults with normal body mass index and waist-to-height ratio. iScience. 2019;21:612–623. doi: 10.1016/j.isci.2019.10.062. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 17.Haskell W.L., Lee I.M., Pate R.R., Powell K.E., Blair S.N., Franklin B.A., et al. Physical activity and public health: Updated recommendation for adults from the American College of Sports Medicine and the American Heart Association. Med Sci Sports Exerc. 2007;39:1423–1434. doi: 10.1249/mss.0b013e3180616b27. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 18.Balady G.J., Berra K.A., Golding L.A. 6th ed. Lippincott Williams & Wilkins; Baltimore, MD: 2000. ACSM's Guidelines for Exercise Testing and Prescription. [Google Scholar]
  • 19.Jackson A.S., Pollock M.L. Practical assessment of body composition. Phys Sportsmed. 1985;13:76–90. doi: 10.1080/00913847.1985.11708790. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 20.Siri W.E. In: Techniques for Measuring Body Composition. Brozek J., Henschel A., editors. National Academy of Sciences; Washington, DC: 1961. Body composition from fluid spaces and density: Analysis of methods; pp. 223–244. [Google Scholar]
  • 21.Ross R., Janssen I. Is abdominal fat preferentially reduce in response to exercise-induced weight loss? Med Sci Sports Exerc. 1999;31(Suppl 11):S568–S572. doi: 10.1097/00005768-199911001-00014. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 22.Buch A., Carmeli E., Boker L.K., Marcus Y., Shefer G., Kis O., et al. Muscle function and fat content in relation to sarcopenia, obesity and frailty of old age — An overview. Exp Gerontol. 2016;76:25–32. doi: 10.1016/j.exger.2016.01.008. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 23.Parikh N.I., Pencina M.J., Wang T.J., Lanier K.J., Fox C.S., d’Agostino R.B., et al. Increasing trends in incidence of overweight and obesity over 5 decades. Am J Med. 2007;120:242–250. doi: 10.1016/j.amjmed.2006.06.004. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 24.McTiernan A., Sorensen B., Irwin M.L., Morgan A., Yasui Y., Rudolph R.E., et al. Exercise effect on weight and body fat in men and women. Obesity. 2007;15:1496–1512. doi: 10.1038/oby.2007.178. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]
  • 25.Vissers D., Hens W., Taeymans J., Baeyens J.P., Poortmans J., van Gaal L. The effect of exercise on visceral adipose tissue in overweight adults: A systematic review and meta-analysis. PLoS One. 2013;8:e56415. doi: 10.1371/journal.pone.0056415. [DOI] [PMC free article] [PubMed] [Google Scholar]
  • 26.Borges R., Araújo J.P., Silveira S., Barbosa C.A., Steele J., Fisher J.P., et al. Is interval training the magic bullet for fat loss? A systematic review and meta-analysis comparing moderate-intensity continuous training with high-intensity interval training (HIIT) Br J Sports Med. 2019;53:655–664. doi: 10.1136/bjsports-2018-099928. [DOI] [PubMed] [Google Scholar]

Articles from Atencion Primaria are provided here courtesy of Elsevier

RESOURCES